En la ciudad de Mercedes, a 100 kilómetros de la Capital Federal, viven los Bori: son sinónimo de miel y apicultura en todo los sentidos. Es que en su tienda venden todos los productos que puede brindar una colmena (miel, polen, jalea real, propoleo, etcétera) más todo el equipamento que un apicultor necesita para trabajar las abejas. Desde su cabaña ubicada en Tomás Jofré producen (además de la miel), material vivo para abastecer a otros apicultores con su genética. Nos referimos con esto a abejas reina, paquetes de abejas y núcleos (cuatro cuadros cubiertos de abeja, tres de cría y reina fecundada nueva).
En la zona donde tienen la cabaña Tapiquí Blanco, Don Ángel Bori empezó con las abejas en la década de 1920 y cuentan que haciendo eso hasta ‘salvó’ un pequeño campo familiar tras la crisis de 1929. cuando ninguna otra actividad agropecuaria redituaba.
Luego siguió con el oficio de apicultor su hijo Tarsicio y hoy manejan todo el negocio los dos hijos de éste: Guillermo y Leonardo. Pero ya existe una cuarta generación que ayuda a su padre y a su tío con el cuidado de las abejas. Tadeo, de 21 años, también es un apasionado, aunque se encuentra estudiando ingeniería industrial y no le ve mucha salida a la miel. Está seguro que mantendrá la actividad como hobby.
Mirá el tierno encuentro entre el abuelo (segunda generación) y el nieto (cuarta generación):
En los tiempos que corren, resulta muy difícil dedicarse de lleno a la actividad apícola y vivir de ello. Los Bori lo pueden hacer por toda la diversificación de productos que desarrollan, lo que le permite ‘poner precio’ en el mercado local y no solo quedar atado a la venta de miel a granel a los exportadores con el fluctuante precio internacional. Dicen los Bori que ellos podrían llenar un container con la cantidad de miel que cosechan, pero que no se sienten cómodos en el negocio de la exportación, como aquellos que conocen los variables mercados y las reglas de juego de la demanda internacional. Un mundo aparte.
Dentro del universo de productores de la Argentina, que llegan a ser entre 14 y 15 mil en toda la geografía nacional, tan solo 10 o 15% son “profesionales” de la actividad y tienen más de 700 colmenas. Ese es un número que se considera el piso como para poder vivir plenamente de la actividad, como mínimo. El resto de los apicultores son personas que tienen determinada actividad, que van desde rubros agropecuarios a profesionales de pueblo, y añaden la apicultura como segunda actividad o hobby. Ayuda el hecho de que no se necesita tener campo para tener colmenas sino que alcanza con que te habiliten determinada área debajo de un monte. Así que colmenas pueden tener desde ganaderos hasta un abogado o ferretero.
Aquí la palabra de Guillermo Bori a Bichos de Campo:
La mayor preocupación y dificultad que enfrentan los apicultores hoy tienen que ver con el uso desmedido de los agroquímicos en los campos donde están sus colmenas. Estos insumos más el corrimiento de la ganadería a zonas marginales ha hecho mermar considerablemente el rendimiento de cada colmena. Hace 20 años se podían cosechar hasta 90 kilos de miel de cada una de ellas y hoy el número bajó a más de la mitad y en algunas zonas solo se recolectan 20 kilos.
El efecto de los agroquímicos sobre esta actividad es distinto, pues mientras los insecticidas impactan directamente en la población de abejas, sobre todo los provenientes de la familia de los neonicotinodes, los herbicidas de amplio espectro como el glifosato impactan sobre la flora y la oferta de polen para las abejas. Por ende, en el rinde de miel.
De todas formas, la miel argentina sigue siendo muy valorada en el mundo. Y el país está dentro del top 3 tanto en producción como en exportación. El producto es ponderado por los principales mercados por ser una miel clara y sin residuos. El agricultor argentino tiene mucho cuidado de no utilizar químicos para el control de enfermedades.
Aquí la palabra de Leonardo Bori:
El mayor desafío del sector apícola argentino es que crezca el consumo local de miel. Que tiene mucho para avanzar. Para los productores, el paso siguiente es poder diferenciar sus mieles según su origen floral, para agregarle valor y poder obtener un mejor precio.
SOY DISTRIBUIDOR MAYORISTA DE ALIMENTOS. ME INTERESA LA JALEA REAL, EL PÓLEN Y EL PROPÓLEOS DE BORI. ¿CÓMO PUEDO CONECTAR CON ELLOS?. GRACIAS. MI DIRECCIÓN ELECTRÓNICA: carlosspraul@hotmail.com