Cuando arrancó el gobierno de Javier Milei, unos meses atrás, desregulación y apertura mediante, se temía una invasión de carne porcina brasileña. Pero con el correr de los meses sucedió lo contrario, pues poco a poco fueron reactivándose las exportaciones del sector y la balanza comercial comenzó a mudar de color. En lo que va del año las ventas se han multiplicado por cinco veces, mientras que las importaciones se muestran en niveles históricamente bajos.
Los datos fueron dados a conocer por el consultor especializado en porcinos Juan Uccelli, quien celebró con los datos de fines de julio “otro mes de aumento de las exportaciones con volúmenes que empiezan a tener un interés en la participación general”. Como se puede ver, el mes pasado las exportaciones llegaron a 2.048 toneladas, contra las 463 de julio de 2023 y las 238 toneladas de igual mes de 2022.
Uccelli destacó que “casi el 50% de las exportaciones son de carnes porcinas y el resto de subproductos, mejorando el valor promedio de las exportaciones”. En este ha sido clave un mercado logrado en las últimas semanas, cuando se realizaron las primeras exportaciones de carne porcina a Uruguay.
Por su lado, las temidas importaciones “subieron con respecto al mes anterior, pero están por debajo de los realizados los años anteriores”. En julio pasado se compraron de afuera tan solo 403 toneladas.
En este contexto, “nuevamente la balanza comercial fue favorable a nuestro país a pesar que el promedio de la importación por unidad es altamente superior al de las exportaciones”, apuntó el especialista, para quien este escenario es el que ha favorecido “el aumento del precio del capón en pie, que estuvo bajo durante los primeros seis meses” del año.
De todos modos, Uccelli advirtió que “es posible que durante el mes de agosto se vea una disminución de las cantidades exportadas y un aumento de las importaciones, también por la adecuación lógica del precio del cerdo. Obviamente el valor del dólar no favorece a la exportación y beneficia la importación”.