Luego de haber detectado un brote de la enfermedad de Newcastle en el sur del país, y de haber tenido que suspender las exportaciones hacia China, Europa y Argentina, Brasil busca la reapertura de esos mercados, para retomar el envío de carne aviar habitual.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (Mapa) remitió la notificación de la conclusión del brote de enfermedad de Newcastle (DNC) a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) y espera el levantamiento de la suspensión, por parte de los países importadores, para la plena reanudación de las exportaciones de carne de aves y sus productos.
El brote de DNC en Brasil fue confirmado el 17 de julio en una granja avícola comercial, ubicada en el municipio de Anta Gorda, en Vale do Taquari, en el estado de Rio Grande do Sul.
Desde ese entonces, Brasil había suspendido las exportaciones de carne aviar, lo que según datos aportados por analistas del país vecino, por los 21 día que como mínimo podría mantenerse cerrada la exportación, Río Grande do Sul podría perderse de facturar más de 15 millones de dólares.
Al no haber nuevas sospechas de nuevos focos de la enfermedad, el ministerio redujo el alcance del área de emergencia zoosanitaria en el estado de Rio Grande do Sul a los municipios de Anta Gorda, Doutor Ricardo, Putinga, Ilopolis y Relvado. Equipos federales y estatales continúan llevando a cabo medidas de control y vigilancia dentro de un radio de 10 kilómetros del brote.
“Con el fin del brote de la enfermedad, pondremos a disposición de los países toda la información sobre el diagnóstico actual y las medidas adoptadas. Esto les permitirá analizar y confirmar que estamos libres de Newcastle, permitiendo la reanudación de las certificaciones para la exportación”, informó el secretario de Defensa Agropecuaria del Mapa, Carlos Goulart.
La granja afectada continúa siendo monitoreada durante 42 días para detectar rastros de circulación del virus. Transcurrido este plazo y con resultado negativo a la presencia del patógeno, el gallinero será liberado nuevamente para su funcionamiento. Para otras fincas de la región que se encuentran en la zona de emergencia agrícola, la liberación se basará en protocolos específicos.