Las intensas nevadas en la Patagonia están haciendo estragos en las poblaciones y en la producción ganadera. Recién empieza el invierno y el pronóstico no es alentador. Desde el Consejo Agropecuario Provincial de Santa Cruz indicaron que están haciendo lo posible para ayudar a los productores, pero saben que continuarán las nevadas, las bajas temperaturas y los fuertes vientos.
“Santa Cruz es una provincia cubierta por nieve en un 95% de su superficie ganadera, con distintos grados de afectación. Esto está poniendo en riesgo a más de un millón de ovejas y más de 40.000 vacunos”, dijo el productor de Río Gallegos César Guatti.
“Hay zonas muy puntuales que están gravemente afectadas por más de 50 o 60 centímetros de nieve. Los productores que están en esas regiones no recuerdan un evento similar desde la nevada del siglo que tuvimos en el año 1995. Eso da cuenta de la gravedad de la situación” agregó.
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El ganadero explicó que en los últimos años se diseñaron protocolos para enfrentar este tipo de inclemencias climáticas. Lo primero que se hace es limpiar los caminos principales para llevar combustible y gas a las zonas aisladas, luego que las máquinas viales limpien los accesos a los establecimientos para poner a resguardo el ganado.
Guatti destacó que se está trabajando en forma coordinada con el Ejército y la Gendarmería Nacional y agradeció el apoyo del gobierno provincial y del nacional por esa ayuda y por poner a disposición la maquinaria necesaria. Esas máquinas abren huellas por las cuales se arrea a las ovejas hasta zonas de resguardo donde se la protege del clima y de la empieza a suplementar para que recupere estado físico.
“Normalmente los productores tienen una reserva mínima como para poder aguantar con alimentos 10 días y a partir de ahí empieza el proceso de compra con proveedores del Valle Inferior del Río Negro y el Valle del Río Chubut. Ellos nos proveen de fardos de pastos, con rollos con pellet o con alimentos balanceados con un alto porcentaje de fibra para que no le haga mal a los animales”, comentó.
Con respecto a este problema también entrevistamos a Enrique Jamieson, presidente de la Federación de Instituciones Agropecuarias de Santa Cruz (FIAS) y también productor en Río Gallegos.
“El 50% de la producción de Santa Cruz está en zona de riesgo y la evolución de esta situación va a depender de si afloja o no afloja el clima solamente. Más que calcular el daño tenemos que ver cómo hacer para salvar lo que realmente está en riesgo”, dijo el dirigente de CRA.
Luego explicó que “hasta el inicio de las nevadas venía siendo un buen año productivo, pero ahora la oveja ya está un poco más pesada porque está entrando al último tercio de gestación. Eso lo hace un poco más complicado. La mayoría de los productores esquilan pre-parto en septiembre y octubre lo que quiere decir que las ovejas están tratando de completar el octavo mes de lana por lo que tienen casi el 70, 80% de la producción sobre el lomo lo que es bueno para su abrigo pero cuando se moja o se deshiela un poquito se quedan pegadas y eso hay que tratar de evitarlo”.
Jamieson dijo que los productores no están preparados para atender durante tanto tiempo a la hacienda ya que las reservas de fardos son acotadas y por eso consideró clave la ayuda del Consejo Agrario Provincial ya que además no se sabe cuándo termina este problema que no solo reducirá el número de ovinos en la provincia sino también la producción de landa y también la reproductiva de las majadas.
“El pronóstico climático no es bueno. Uno que tiene un poco de experiencia sabe que estos tipos de eventos se van a ir repitiendo. Hay que aprovechar las ventas que da el clima para mover las ovejas y el alimento. Acá lo importante es salvar el capitán de trabajo. Muchas de estas ovejas van a sentir el impacto y se van a reducir los índices reproductivos, habrá problemas de aborto, habrá un montón de circunstancias consecuencia del stress que sufren los animales” explicó Jamienson.
El dirigente insistió con la necesidad de salvar lo máximo posible porque “venimos de tres años de sequía, con una macroeconomía de los últimos tres años que no nos ayudó. No tenemos ningún tipo de dólar diferencial. La producción del año pasado, de septiembre, se vendió al tipo de cambio oficial. El nivel de reserva de los productores es muy básico y viene haciéndose lo que se puede. Si encima se pierden ovinos muchos se pueden desanimar y quedar fuera del sistema”, finalizó.