Tal como anticipó Bichos de Campo, y cuando ya no queda tiempo para realizar envíos (salvo que sean por vía aérea), luego de varios años de desempeño perfecto la Argentina volverá a incumplir la estratégica Cuita Hilton para la Unión Europea, integrada por cortes vacunos de gran calidad que se venden al viejo continente sin aranceles, a precios que superan los 10 dólares por kilo.
Hasta el 11 de junio se habían certificado, según la información de la Secretaría de Bioeconomía, un total de 26.971 toneladas de cortes vacunos al amparo de este régimen comercial especial. Como la Cuota Hilton a cubrir es de 29.500 toneladas, quedaba un remanente cercano a 2.500 toneladas que ya será imposible de cumplir, pues el periodo comercial 2023/24 vence el 30 de junio próximo y no queda tiempo para cargar nuevos contenedores que viajen por barco hacia el continente europeo.
Esto implica un grado de cumplimiento superior al 90%, pero que contrasta con el envío de la totalidad de la cuota de los últimos años. Esta situación confirma que la exportación de carne vacuna no requiere solo de buenas intenciones sino que hay que generar las condiciones para que fluya. El gobierno peronista de Alberto y Cristina normalizó en los últimos años bastante la Cuota Hilton -al punto de embarcar el 100%- a pesar de mantener restricciones al negocio exportador, mientras que con la gestión de Javier Milei -que desmontó estas restricciones- volvió a quedar un remanente.
Los datos oficiales al cabo de la semana 50 del ejercicio comercial 2023/24 indican que la industria frigorífica que recibió parte del cupo tuvo un cumplimiento cercano al 92,3% de los volúmenes que le asignaron, mientras que para los grupos de productores los envíos solo llegaron al 87%.
El regreso de estos incumplimientos -que eran frecuentes en tiempos en que el ex secretario de Comercio del kirchnerismo, Guillermo Moreno, llegaba al extremo de bajar los contenedores de carne de los barcos que iban hacia Europa-, muestra a las claras que no basta con declamar la libertad de comercio para que los negocios funciones.
El negocio de la Hilton, pese a pagar los mejores precios a los frigoríficos exportadores, no ha resultado del todo tentador para el sector debido a que el atraso del tipo de cambio no deja márgenes suficientes para hacer frente a los altos precios del novillo en la Argentina y la suba de los costos operativos de las plantas de faena.
Hasta la semana pasada los precios de los cortes que se integran en un contenedor de Hilton (especialmente lomo, bifes y cuadril) redondearon los 10.810 dólares por toneladas, apenas 1,8% por debajo de los valores de la campaña anterior.
Alemania sigue siendo el gran mercado para este tipo de carne, ya que absorbió 14.546 toneladas, casi la mitad del total de los envíos. La siguieron Países Bajos, Italia, España, Portugal, Grecia y Francia.