Cuando nadie hablaba de camelina por estos lares, en la empresa Chacra Servicios, ubicada en Montana, al norte de los Estado Unidos, ya se desarrollaban variedades de este cultivo, que tiene sus orígenes en el frío norte europeo. Una vez “domesticada” para sobrevivir en otros ambientes, la camelina irrumpió en la Argentina como un cultivo de invierno, pensado para rotar y ayudar a recuperar la salud de los suelos. Ahora la oleaginosa se puso de moda y promete mucho dentro del mercado de los nuevos biocombustibles. Varias multinacionales ya la ´promueven entre los productores.
Sin embargo, siempre existe un pionero. Y cuando se cuenta la historia de la camelina en el país resulta imprescindible mencionar a Federico Valera. El productor arrancó con la siembra de ese cultivo en 2018 haciendo algunas pruebas en busca de soluciones agronómicas, que luego desencadenaron en la posibilidad de tener además una rentabilidad.
“Este cultivo tiene ciertas características de resistencia al frío y bajo consumo de agua. En el 2013 se empiezan a desarrollar variedades adaptadas a la Argentina en la Universidad de Montana. Un investigador que trabaja con nosotros, crea su empresa y empieza a desarrollar más variedades. Después la vende a Chacraservicios y él se queda trabajando como líder en la compañía. Luego terminamos nosotros, un grupo de Argentina, comprando esa compañía y en julio del año pasado se vende la compañía un 50% a Bunge y otro 50% a Chevron, la compañía petrolera americana”, resumió Varela todo ese proceso a Bichos de Campo.
Mirá la entrevista completa a Federico Valera:
Aunque la introducción de la camelina en el país es un proceso que tuvo mucho que ver con l a inquietud agronómica de Valera, éste simplemente se define como un productor de la localidad bonaerense de Ameghino que desde muy joven se sintió atraído por los cultivos exóticos y la intensificación agrícola.
“Siempre estuve con cultivos de servicio y cultivos exóticos. Estuve desde los años noventa y pico en Aapresid cuando empezamos con la siembra directa, y siempre me apasionó. Entonces en el 2018, a través de un amigo que trabajaba en una compañía petrolera de biocombustibles italiana me invitan a una reunión en Lisboa, donde estaban todas las compañías petroleras y había un panel de cultivos industriales. Ahí estaba la carinata, la camelina y otros. La verdad que yo la vi y me pareció súper interesante la camelina por sus característica. Aademás por lo corto de su ciclo”.
Por esta última razón es que de inmediato Varela pensó en introducirla en sus rotaciones como “puente verde”, para hacer una agricultura siempre verde que dejara de recurrir a largos barbechos químicos. “Para intensificar en Argentina hay casi 10 millones de hectáreas de barbecho”, señaló.
Cosecha de Camelina en su máxima expresión…#SomosCAMELINA@chacraservicios @Bunge @Chevron pic.twitter.com/oLtoDhJFbl
— Martín Beaudeant (@MBeaudeant) November 16, 2023
Valera siempre prefiere remarcar que este cultivo de invierno, que no viene a rivalizar con el trigo, entre otras ventajas también ayuda a mejora la estructura de los suelos. “Yo no compito con el trigo. Nosotros lo que competimos es contra el barbecho. Es decir, nosotros como productores tenemos que ser más intensivos. Tenés un montón de ventajas ambientales, porque secuestras carbono y además mejoran la estructura de tus suelos. También mejora tu ambiente productivo y te hace que te rindan mejor tus cultivos. La camelina es un puente verde con renta”, precisó.
-Eso es lo formidable porque vos la pensaste como cultivo de servicio y de golpe apareció el mercado…
–Sí. Yo me acuerdo que venía trabajando mucho con intersiembras y otras cosas y me hicieron una nota por el año 98/99 donde yo decía que me faltaba una gráfica dentro de todo lo que estábamos probando para meterlo en el ambiente, para tener una raíz pivotante y demás. Pasaron los años y la termino encontrando, porque la camelina tiene un valor agronómico muy importante además de la renta. Por eso nosotros le decimos al productor que va a sembrar un trigo que lo haga, pero si le quedó un lote de un trigo, soja o maíz tardío, lo que sea y va a tener barbecho hasta el otro ciclo, la camelina le entra perfecto. Ahí entra muy bien si va a ir después a un maíz de segunda o maíz tardío o a una soja, que por fecha te queda de primera. Le viene bien hacer una carmelina porque la va a estar cosechando, depende la zona, entre los últimos días de octubre y la primera quincena de noviembre.
-¿Fuiste uno de los primeros en hacer estas pruebas? -le preguntamos.
–Arrancamos en el 2018 con las primeras siembras en el país. En realidad antes venía Chacraservicios haciéndolo, pero era una etapa experimental y de desarrollo de variedades. La carmelina, a diferencia de una colza o de una carinata, que son cultivos de ciclo completo o de invierno completo, porque son mucho más largos, es corta y consume muy poca agua y tenés densidad. Entonces si vos tenés entre 250/300 plantas por metro cuadrado, de una raíz pivotante que no es tan importante como una colza, que es una planta que puede llegar a medir 1.80, tenés la raíz de 250/300 plantas que como clavos, te mejoran la estructura de los suelos. Tenemos muchos trabajos hecho y venimos hace años con la UBA haciendo un montón de ensayos nuevos para medir y poder demostrar todo esto que nosotros estamos viendo con ensayos propios.
-¿Qué hicieron con ese primer cultivo? ¿Lo cosecharon?
-Sí lo cosechaba y teníamos una planta de extracción de aceite para empezar a hacer un poco toda la cadena. Bueno, extrajimos el aceite, vimos las características. De ahí fuimos avanzando y hoy seguimos generando nuevas variedades y trabajando en cada ambiente y en cada zona para que el cultivo entre en la rotación, desde Salta hasta Bahía Blanca o más. Obviamente todas las rotaciones y cada zona tiene su característica.
-En el medio de esto aparecen estos colosos, Chevron y Bunge y otras multinacionales, atraídas con los cultivos de invierno: colza, carinata y camelina. ¿Qué descubrieron?
-En realidad lo que empezó a transformarse fueron las compañías petroleras, que empiezan a tener una necesidad de corte, porque empiezan las exigencias del mercado y de los gobiernos europeos. Entonces hoy la realidad es que vos hablás -en nuestro caso- con Chevron y hoy se están transformando en compañías de energía. Ellos mismos te dicen nosotros nos dedicamos a la energía sustentable. Es decir, ya el combustible fósil tiene que empezar a bajar y voy a necesitar un montón de aceites, grasas animales, subproductos de los frigoríficos, aceites usados de cocina y todo eso no alcanza. La necesidad es tan grande para ir reemplazando, que ya te obligan los Estados, de acá al 2030 o 2050, a buscar otras fuentes renovables. Pero además no podemos ir en contra de lo que es alimento.
En este sentido hizo referencia a la soja. “No quiere decir que no se siga usando y siga aumentando (su uso como biocombustible) haciendo aceites de soja, o el etanol con maíz y demás. Pero no podés reemplazar tanta cantidad, porque ahí si vas a restringir la oferta para lo que es alimento. Entonces es empezar con todos estos cultivos nuevos. Además es súper interesante, porque empezás a meter cultivos en baches de producción de todas esas plantas en donde empezás a tener trabajo todo el año”, dijo Valera.
-¿Ahora piensan ir mejorando aprovechando los socios nuevos con inversión renovada?
–Seguimos trabajando en nuevas variedades y aumentando las zonas y las áreas donde estamos sembrando. El año pasado sembramos unas 12.000 hectáreas y estamos apuntando este año entre 20 y 30 mil hectáreas y así seguir creciendo de a poco. Nosotros acompañamos mucho al productor, estamos en todo el proceso, desde la siembra hasta la cosecha. No queremos quemar el cultivo, sino que salga bien y que el productor tenga una buena experiencia.
-La presencia de los socios garantiza que va a haber mercado ¿Ustedes qué le proponen a los productores que van a ser contraparte en el desarrollo del cultivo?
-Nosotros lo que hacemos esto es un contrato cerrado con el productor, donde le garantizamos la compra y el productor nos garantiza la entrega. También le damos la semilla ideal para su zona y lo acompañamos en todo el proceso productivo. Por ejemplo, este año el productor entrega en Rosario, y de ahí cobra igual que con una venta de un cereal común.
Por otra parte, Varela aclaró que el proceso de extracción de aceite también es netamente local,. “El aceite se hace acá en Argentina. Nosotros hace dos años ya empezamos con Bunge, primero en la planta de Tancancha. Ellos adaptaron esa planta y empezamos a hacer el aceite y la harina, no el biocombustible. Y ahora se va a empezar a hacer en la planta de Ricardone también la extracción de aceite y harina. Por supuesto no la producción de biocombustible, que se produce afuera.
Muy buena nota, y muy buena explicacion.
Faltartia que el Estado de los beneficios para que el biocombustible se produzca aca, eso haria realmente la diferencia.
Muy buena nota pero debo ser crítico aunque menciona a Chacra Servicios no le reconoce que realizo todo el trabajo de desarrollo investigación de variedades fechas de siembras diseño de sembradoras y cosechadoras como también desarrollar la extracción de aceite que no resulta sencillo por ser un grano muy pequeño me permito hacer estos comentarios por haber trabajado con Chacra Servicios desde 2013 al 2016 como encargado de producción