David Miazzo fue el responsable de los estudios económicos de FADA durante varios años, hasta que llegó el momento de dar un paso que no fue al costado sino hacia adelante, porque decidió dejar la entidad para lanzarse como consultor independiente.
Uno de sus primeros estudios en esa nueva etapa fue para Coninagro, la entidad que representa al cooperativismo. Entre los resultados obtenidos se destacó que de los precios de 15 productos medidos en los países del Mercosur, los de Argentina son los más caros de la región en la gran mayoría.
El país y sus exportaciones tienen un serio problema de competitividad asociada a diferentes cuestiones, entre ellas una clave que es la situación cambiaria.
En estos primeros meses de la gestión de Javier Milei, el valor del dólar se estancó respecto de la inflación y por eso los precios medidos en la moneda norteamericana son altos respecto de los que hay en otros países.
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“Ese es uno de los grandes riesgos de los sectores productivos y de toda la economía. Ya estamos hablando de que es más barato ir a comprar a Chile, y la industria de la carne bovina habla de que es difícil exportar porque tenemos poca competitividad cambiaria. Y hay alerta de algunos sectores por la posible importación de alimentos. Si es conveniente importar alimentos en un país competitivo en este rubro, imagínate lo que puede pasar en los demás”, dijo Miazzo en una charla con Bichos de Campo.
“En abril vamos a tener un tipo de cambio ajustado por inflación menor al que teníamos en julio del año pasado, antes de la devalución de Massa, o menor que el tipo de cambio que teníamos en enero de 2018, que estaba en 19 pesos, antes de todas las devaluaciones que en un año y medio lo terminaron llevando a 60, es decir, lo multiplicaron por 3. Tenemos un tipo de cambio menor al de esos momentos, ajustado por inflación”, sostuvo.
Esto no es un tema menor porque hay mucha incertidumbre entre los agentes económicos y una de ellas tiene que ver con la posibilidad de que suba el dólar y eso lleva a, por ejemplo, que muchos productores demoren la venta de granos.
Además de este tema hay otros que pesan en el sector: “Sigue habiendo regulaciones en los mercados, más allá de que se dijo que está prohibido prohibir exportar. Siguen habiendo derechos de exportación, diferentes tipos de cambios exportadores y otros para la importación de insumos”, indicó Miazzo.
Más allá de estas cuestiones que tanto preocupan sobre todo a los productores, el economista destacó puntos positivos de la gestión macroeconómica de la gestión de Javier Milei y se animó a señalar que para mediados de año estarían dadas las condiciones para levantar el cepo el dólar.
Según dijo, un primer indicador positivo es la desaceleración de la inflación: “En eso tiene mucho que ver el dólar oficial anclado, lo cierto es que la desaceleración es rápida y esperaban que se diera ya en enero”.
Un segundo dato positivo es haber pateado hacia adelante las deudas de los importadores y haber recompuesto las reservas del Banco Central.
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“Se desarmaron la deudas de los importadores y se recompusieron las reservas que arrancaron en 11.000 millones de dólares negativas. Esto tiene un poco de verdad y un poco de no tanta verdad, porque esa recomposición de reservas también se hizo en base a generar nueva deuda de importaciones que no se fue pagando durante estos tres meses, pero en primera instancia se logra mostrar un dato muy positivo”, detalló.
El tercer dato que Miazzo destacó como positivo tiene que ver con el acortamiento de las brechas entre el dólar oficial, el blue y los financieros, “lo que muestra un claro cambio de expectativas, muestra una estabilidad que nadie estaba viendo” meses atrás.
Para el analista es positivo “también haber podido mostrar dos números muy buenos fiscales en enero y febrero”.
Según Miazzo esto le permite al gobierno sostener niveles de confianza altos en la población, a pesar de que las políticas también “se llevan a puestos muchas otras cuestiones como salarios y jubilaciones en el proceso de tratar de estabilizar en primera instancia la economía y de que las bombas no exploten”.
Si el gobierno logra consolidar buenos resultados macroeconómicos, sostuvo que “hay alta probabilidad de que gran parte de las actualizaciones salariales al menos vayan al nivel o incluso por encima de la inflación para tratar de recuperar puntos perdidos. Es probable que el promedio de los salarios comience a dejar de perder en abril”.
Este tema tampoco es menor para el sector agropecuario ya que con excepción de la soja y sus derivados desde las materias primas hasta los alimentos aptos para el consumo humano directo en su mayoría se venden en el mercado local.
Miazzo es claramente optimista. “La economía en general, después de este proceso de reacomodamiento, debería empezar a encauzarse a partir de junio o julio. El campo va a aportar los ingresos, recuperandose después de lo que fue la sequía del año pasado, o sea que va a aportar a traccionar positivamente, aunque todavía faltan reformas un poco más de fondo como laborales, jubilatorias, impositivas, que todavía no estamos viendo”, puntualizó.
Uno de los temas pendientes es la salida del cepo al dólar, es decir, consolidar un único valor de la moneda extranjera.
“La salida del cepo va a venir con algún salto (del tipo de cambio) seguramente que permita desarmar esta diferencia entre dólar importador y exportador. Está la duda de cuándo. Algunos economistas pensamos que en abril habría una oportunidad, porque empiezan a ingresar los dólares del agro, pero probablemente el gobierno esté pensando en dejar bien ordenado la macro los mercados no vean hacia adelante un problema y eso genere que el salto cambiario tan alto a la salida del cepo”, dijo.
El timming es clave en esta cuestión, pero más allá del momento el analista está confiado en que será pronto.
“La salida del cepo se va a hacer porque han mejorado mucho las condiciones para eso y no se puede vivir eternamente en cepo porque genera múltiples problemas, entre ellos a la competitividad para el agro. El tema es si se hace un poquito más temprano, pensando en las actividades productivas, en que funcionen mejor, o un poquito más tarde pensando también en los beneficios que les genera el gobierno del cepo, como por ejemplo poder sumar reservas. Más tarde o más temprano se va a salir. De ninguna manera creo que sea a fin de año, probablemente sea a mitad de este año”, concluyó.