Parece pronto para pensar en la siembra que se viene, pero no lo es. Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, puso la lupa sobre el futuro cercano del negocio agrícola, advirtiendo que la mayoría son malas señales.
“Se hacen cálculos para el año 2024/25 en Argentina, y se ve un escenario complejo. Los insumos no bajaron como los valores de importación sugieren que deberían. Los precios( de los granos) están lejos de los que se necesitarían para estar en números verdes. Y se espera que para el segundo semestre vuelva la Niña, con clima seco”, enumeró el experto.
Ante este panorama, Romano considera que lo más razonable sería cuidar reservas de humedad para la gruesa y no malgastar milímetros de lluvia en la próxima siembra de granos finos.
En ese sentido, el informe semanal de la Universidad Austral indicó que “el trigo sigue siendo el mercado más tranquilo, con mucho trigo barato de Rusia, y pocas novedades fundamentales. Localmente, el consumo de harina retraído y la apatía de exportadores, con productores poco vendidos, genera un problema. Se podría resolver con precios más altos si Brasil se vuelca a comprar trigo más adelante”.
Por otro lado, Romano analiza las definiciones que dejó la visita de los políticos y funcionarios a la Expoagro. “La intención de bajar derechos de exportación, aunque más adelante, y que las sobretasas para quienes tienen más de 5% de granos en stocks se mantendrían, al menos hasta que se recompongan las reservas. La medida se ve como una forma de incentivar la venta de granos, al encarecer el financiamiento para quienes quieren retener mercadería”, alertó.
“En tanto, economistas piensan que mayo podría ser el mes bisagra, de la unificación del tipo de cambio, toda vez que cerramos la semana con una brecha entre el oficial y el paralelo menor al 20%”, añadió el especialista.
Otra preocupación que considera el especialista de la Universidad Austral es que la esperada caída en el precio de los insumos no se produce al ritmo que se espera, “y ya estamos acercándonos a la fecha de siembra”.
También manifestó preocupación por el paso del fenómeno climático Niño (húmedo para Argentina) a Niña a partir de agosto/septiembre: “Si bien tuvimos buenas lluvias en el último tiempo, y se aguardan más, al perfil le cuesta recuperar las reservas, y esto puede ser un limitante más para la siembra de trigo. Preservar la humedad del suelo, que en muchos lugares sigue siendo deficitaria, para la campaña gruesa, podría implicar menor apuesta a los cultivos de invierno”, sugirió.