En algún momento Markus Ritter, un ingeniero agrónomo de nacionalidad suiza, se enamoró de esta región del mundo. Y de tanto andar por aquí terminó siendo representante de la empresa de bioinsumos de su país, Andermatt, en Argentina y Brasil.
Ritter llegó primero a la Argentina en el año 2001, en plena crisis, pero con el correr de los años se afincó en Brasil, desde donde dirige las operaciones de ese grupo dedicado a los productos biológicos de origen suizo, ampliamente probados en frutales y verduras. Sin embargo, el agrónomo aspira a más y ya viene trabajando fuerte para incorporarlos a los cultivos extensivos.
Con 33 años de existencia, esta empresa es la materialización de un ejercicio académico con el que Martin Andermatt, su fundador, desarrolló un producto biológico para combatir virus en manzanas. Tiempo después este hallazgo ubicó a Ritter en las plantaciones de esta fruta en la provincia de Río Negro. Hoy continúa por esta latitud probando y desarrollando agroinsumos para mejorar cultivos a partir de microrganismos.
“Trabajamos con virus, bacterias, hongos y extractos vegetales. Siempre con el objetivo de transformarlos en biofertilizantes, bioestimulantes y biodefensivos. Estamos totalmente volcado a soluciones que también se llama biorracionales. También hay trampas, hay feromonas. Entonces todo lo que no agreda ni el medio ambiente, ni tampoco implique riego para el consumidor o al aplicador”, explicó Ritter a Bichos de Campo, con quien charlamos en el marco del Encuentro Nacional de Bioinsumos, en la Universidad de Villa María.
Al respectó el agrónomo también aclaró que “hay muchos microorganismos que se puede usar como insecticida porque combaten insectos, o fungicidas para combatir enfermedades y hay bacterias que son biofertilizantes que aumenten la eficiencia de los fertilizantes, o eventualmente en el futuro pueden contribuir para reducir la carga de fertilizantes”.
Mirá la entrevista completa aquí:
-¿Cuándo te tropezaste con los bioinsumos y dijiste esto me gusta, para finalmente dedicarte de lleno a esto?
–Bueno, yo tenía una vivencia más con semilla, tengo bastante años en semilla. Pero en 2010 inicié mi propia empresa con bioestimulantes. En esta empresa incorporamos todos el portfolio que Andermatt tenía, es decir los virus, las bacterias y los hongos y formamos una plataforma amplia de negocio.
-Me imagino que en Suiza, más allá de que no sea la Unión Europea y tengan políticas propias y sea mucho mas intensa, que en otro lugar del mundo, la búsqueda de opciones biológicas a los agroquímicos tradicionales.
–Bueno, conforme a las estadística, Suiza es el país de mayor consumo de productos certificados orgánicos per cápita, son consumidores más exigentes . Qué es un poco la dificultad de aquí en América Latina, que no tenemos un una clase A tan amplio. Hay gente que exige productos certificados, pero es relativamente bajo. Mas aquí tenemos otras ventajas, estamos en un clima más caliente. Brasil, donde yo he trabajado es un clima más tropical y este favorece la formación de resistencias. Entonces el surgimiento de resistencias en ese clima es mucho más rápido y ahí es la otra oportunidad de entrar con biológicos.
-Acá el clima le puso la vara más alta ¿ya los agroquímicos no logran los resultados deseados?
–Cada vez hace falta aplica más, más frecuente, en dosis más altas y en los costos aumente mucho. Y ahí los biológicos son muchas veces soluciones ante un químico. Por ejemplo un hongo ataca en un punto y un producto biológico puede atacar en varios puntos y de esta forma crear resistencia y ayuda a quebrar resistencias o ayuda contra plagas que ya son resistentes a ciertos químicos.
-Entonces con esto también el productor ya no deberá aplicar un herbicida que mata todas las hierbas menos las resistentes, sino que son procesos más de largo plazo, más meticulosoS ¿Crees que puedan adoptar esta lógica?
–Las soluciones disponibles son principalmente insecticidas y fungicidas. En herbicidas la investigación viene un poco más lento. No tenemos muchas soluciones, son soluciones mecánicas. Yo te diría, con todo esto que la industria ofrece o está investigando se podría cubrir el 90% de los problemas.
-¿Planteás esta interacción entre bioinsumos y agroquímicos como una competencia directa o cómo una complementariedad?
–Es armónico. Este momento es bien una fase de transición. Se calcula que en 10/15 años la parte biología que hoy está buscando, llegar a un 5% del mercado, debería llegar al 30/35% menos o menos. Va muy rápido.
-Usted dijo que empezaron con manzanas de Río Negro y conocí un distribuidor que usaba bioinsumos en las naranjas de El Litoral. Ahora están con unos maíces ¿Están saltando hacia la agricultura extensiva?
-Justamente nos estamos enfocando en los cultivos grandes como soja, maíz, trigo, sobre todo con biofertilizantes, con soluciones que se le aplican a la semilla. Hacemos un estudio y hemos visto que el uso de insecticidas en cultivos grandes debe ser bastante lento, más lento que en Brasil, donde ya estábamos más avanzados en usando fungicidas e insectos biológicos en cultivos grandes. Aquí estamos enfocados también en frutas y vegetales. Estamos aumentando con una velocidad muy buena, con fungicidas e insecticidas más los mismos se podría usar en cultivos extensivos.
-¿Falta desarrollo, experimentación, qué los institutos públicos investiguen, qué el INTA se involucren más?
-Aquí tal vez no habíamos enfrentado los mismos problemas que se había enfrentado en zonas más tropicales, donde es más húmedo y la velocidad de formación de resistencia es más rápido, eso por un lado. Obviamente, un apoyo institucional podría ayudar en transformar a la producción agrícola a ser más sustentable, con menos contaminación y menos exposición a los contaminantes del suelo. Pero lleva tiempo y mucho más trabajo.
– Si usted fuera un productor ¿Por qué vale la pena hacer ese trabajo?
–Los productores con que he hablado en los últimos diez años que habían abrazado mucho esta idea, ellos ven que el suelo está mejor. Conozco una productora que me dijo, mi suelo estaba con olor y ahora tiene otro olor todo natural. Otro productor de 10.000 hectáreas que no es un chico me dice mira cuántos pájaros yo tengo en mi mi cultivo, no quiero un producto que me mate 100% y no tener más comida para los bajos. El sistema natural se está restableciendo.
-¿Y usando biológicos no necesariamente se resigna productividad?
-Por el contrario, lo que nosotros queremos mantener o aumentar la productividad con los plaguicidas y sobre todo con esta línea de biofertilizantes, estamos aumentando la productividad. Estamos aumentando la biota y las funciones natural del suelo.
Negocio rentable y está bien, mientras sea productivo. Ahora enamorado?.
Los “bio” son el futuro del planeta si Monsanto y las grandes corporaciones los dejan avanzar. Si se ponen a experimentar y no a vender un cuaderno con instrucciones p el productor q no hace mas q matar la biota y aumentar el efecto invernadero.