Hace pocas semanas, el Congreso Nacional aprobó la prórroga y modificación de la Ley 25.080 de Inversiones para Bosques Cultivados, que busca incrementar la superficie forestada de las actuales 1,3 millones de hectáreas a 2 millones de hectáreas en 2030. Ahora bien, esta es la segunda prórroga de la ley, han pasado veinte años y parece que siempre seguimos en la misma linea de largada. ¿Qué se modificó este vez para incrementar realmente la superficie forestada?
Marcos Pereda, productor forestal y coordinador de la Mesa de Competitividad Foresto Industrial implementada desde el Gobierno, razonó: “Desde la aplicación de la ley hasta el momento se plantaron 1,3 millones de hectáreas, pero desde el 2008 a hoy esa producción se ha estancado. Como vimos en Uruguay y Chile, el sector forestal comienza con un empuje o ayuda desde una ley, pero después la rueda debe seguir de la mano de las industrias. El problema es que en la Argentina no se han instalado, principalmente a partir del problema que tuvimos en 2007 o 2008 con la pastera Botnia”, destacó.
Aquí la entrevista completa a Marcos Pereda:
Pereda agregó, en igual sentido, que “para que las grandes pasteras se puedan instalar en Argentina hay que revisar la Ley de Tierras -es la que impone límites a la tenencia de tierras en manos extranjeras- para que sea más tolerante, debido a que ellos necesitan garantizarse la provisión de la madera, lo que realizan asegurándose la tierra y las plantaciones”.
El coordinador empresario de la mesa forestal razonó que, más que un subsidio, lo que precisa la forestación para crecer es un mercado constante que no vea alteradas las reglas de juego. “El subsidio es una ayuda inicial. De hecho en esta nueva aprobación de la ley hubo algunas modificaciones, como la reducción en el esquema de subsidios”, explicó a Bichos de Campo.
“Lo que sí cambió es que estamos conscientes de que nuestro potencial es enorme. Si Uruguay tiene la misma cantidad de hectáreas forestadas que Argentina, y ya va por su tercer planta instalada, ¿cómo puede ser que Argentina no tenga una siquiera con el mismo tamaño de las de Uruguay?”, se preguntó Pereda.
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Pereda remarcó que la ley de Promoción de Bosques Cultivados 25.080 se diseñó a fines de los ’90 para “adecuar el esquema impositivo a las plantaciones que recién empiezan y que generar ganancias a partir de la tala de árboles, proceso que lleva muchos años. A su vez, la ley adecúa el impuesto a las ganancias, para que se pague recién con los ingresos. Si son eucaliptos, se hace a los 10 años, y si son pinos se hace a los 15-20 años”, explicó.
Pereda destacó además que la Mesa de Competitividad Foresto Industrial “hace mucho hincapié en el tema logístico, porque uno de los problemas de la Argentina es precisamente la falta de competitividad. Si cargar un contenedor con madera cuesta 100 dólares en Chile, a Brasil le cuesta 300, a Uruguay 500, a nosotros nos sale 800 dólares. Por fortuna, hemos podido bajar ese valor en el puerto de Buenos Aires desde que conformamos la Mesa, y nuestro objetivo es lograr costos competitivos para los barcos de rollizos en otros puertos ubicados sobre la hidrovía del Paraná”, señaló.