En un “clima de cordialidad”, ya que hasta unos pocos días antes todos estaban del mismo lado, los dirigentes de las cuatro cadenas agrícolas le dijeron a los nuevos ocupantes de la Secretaría de Agricultura en el gobierno de Javier Milei que la persistencia de las retenciones será dañina para todo el sector y sobre todo atentará contra los postulados de agregado de valor que tanto predica el nuevo secretario Fernando Vilella.
En un apocado comunicado que titulan “Reunión de trabajo entre la Secretaría de Bioeconomía y las 4 Cadenas”, los directivos de Maizar, Asagir, Acsoja y Argentrigo contaron las alternativas de su encuentro con Pedro Vigneau, quien era presidente de Maizar hasta antes de decidir acompañar a Vilella en el gobierno nacional como su principal asesor, y que se ha convertido en subsecretario de Fortalecimiento Productivo del nuevo gobierno. También estuvo Germán Di Bella, el nuevo subsecretario de Agricultura. Vilella pasó solo un momento por el encuentro, según cuentan los comedidos.
Vamos a lo importante, que son los gestos políticos en medio de una situación económica tensa: “Los representantes de las cadenas expresaron su confianza en el nuevo rumbo y le desearon éxito en su gestión, ante un escenario crítico para el país. Los funcionarios, por su parte, afirmaron que su objetivo a corto plazo es estabilizar la economía y luego implementar un plan virtuoso para el sector agroindustrial”.
La lectura entre líneas indica que, frente a Vigneau (uno de sus pares), los productores agrícolas mostraron tolerancia ante la ofensiva liberalizadora del gobierno, pero a la vez reclamaron gestos para el mediano plazo.
En ese sentido, es destacable el punteo que realizan las 4 Cadenas sobre “el impacto negativo de los derechos de exportación y los cambios anunciados aún más negativos”, ya que en el proyecto de ley ómnibus el presidente Milei anuncia su decisión de elevar las retenciones a los máximos posibles, lo que implica llevar toda la soja a 33% y el resto de los cultivos (sorgo, maíz, trigo y girasol) al 15%.
Las entidades de cadena, frente a un llamativo silencio de la Mesa de Enlace, consideraron que “es imprescindible establecer un cronograma de reducción de los DEX” para comenzar a remediar dentro de este mismo espacio de gobierno “las distorsiones que (las retenciones) generan intra-cadenas” y para reestablecer “las políticas para fomentar la creación de valor en la transformación interna de las carnes”, que se verá lesionada.
No fueron los únicos temas en la agenda entre los que llegaron al gobierno de Milei y sus antiguos compañeros de ruta en el sector privado: fertilizantes; contratos forward y el mercado de futuros; seguros agrícolas; biocombustibles; semillas autógamas; hidrovía, etcétera. La enorme agenda de temas pendientes luce apabullante.
“La reunión se desarrolló en un clima de cordialidad y receptividad, y se solicitó la conformación de una Mesa de las 4 Cadenas ampliada para tratar periódicamente los temas de agenda, como se hizo en gestiones anteriores”, se informó en tono demasiado moderado.