Con el objetivo de frenar la expansión de las manadas de lobos y morigerar sus ataques a la producción ganadera local, la Comisión Europea (CE) le propuso a los países miembros modificar el estatuto de esta especie y actualizar el marco jurídico en torno a su gestión. De esa forma, estos depredadores pasarían de estar bajo la categoría de “estrictamente protegidos” a solo “protegidos”, lo que ayudaría a establecer programas para su control, manteniendo la biodiversidad y el medio rural.
Esto fue ampliamente celebrado por las asociaciones ganaderas asturianas, que desde hace tiempo vienen empujando este cambio. Tres meses atrás obtuvieron el primer visto bueno cuando la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, calificó a este animal como un “peligro real”.
La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA), de España, consideró que esto ayudará a actualizar los datos disponibles sobre las existencias de esta especie. Según dio a conocer esta entidad, un análisis publicado en los últimos días mostró que las poblaciones de lobos en Europa aumentaron considerablemente en las últimas dos décadas, habiendo ya 20.000 individuos con manadas y áreas de distribución en aumento.
Sin embargo, denunciaron que la información facilitada por el Ministerio de Medio Ambiente y Transición Ecológica (MITECO) a la Comisión Europea sobre los ataques en España se encuentran desactualizados, ya que la mayor parte de la información proviene de una encuesta nacional realizada entre 2012 y 2014.
Esta puja, que ciertamente reavivará las discusiones son los organismos ambientalistas, se suma a otras similares ya expresadas por los ganaderos de ese país. Mientras que aquí el reclamo se basa en el ataque al ganado bovino y ovino que produce esta especie, en marzo de este año productores catalanes realizaron un tractorazo en reclamo de mayores medidas de control contra los conejos, cuya población aumentó en cantidad y representan un daño para los cultivos.
Algo de esto también se refleja en el humor de los ganaderos argentinos quienes, en distintas partes del territorio nacional, enfrentan problemas similares con otros predadores y animales exóticos como lo son los pumas, los zorros colorados, los guanacos y los jabalíes. Y a esa lista hay que añadirle también el condimento de los perros asilvestrados.
En el caso de los jabalíes, por ejemplo, los daños a silobolsas o ataques a ovinos se han vuelto cada vez más frecuentes, al punto tal de que los productores se habituaron a colocar cebos y se organizan para cazarlos. En corrientes, por ejemplo, se aplica un programa que ayuda a combatirlos en reservas, de la mano de Conservación de la Fundación Hábitat y Desarrollo.
Otro antecedente es el de Chubut, donde el gobierno provincial fomenta con financiación la caza de pumas y zorros colorados, como forma de controlar a esas poblaciones y sus ataques al ganado local. Esto es ampliamente rechazado por entidades como Fundación Vida Silvestre, que consideran que esto pone en riesgo la biodiversidad.
Pero estos animales no solo se combaten con la caza. En la Patagonia ha proliferado la adopción de perros protectores del ganado, e incluso de burros, que han demostrado buenas aptitudes para combatir a los depredadores que se acerquen a las majadas.
El caso de los guanacos merece un debate más amplio, ya que su impacto en el sur del país es todavía mayor teniendo en cuenta que compiten con las ovejas por el alimento. De hecho, el incremento de su población ha favorecido la modificación de los paisajes de la estepa patagónica.
De acuerdo con datos de la provincia de Santa Cruz, desde 2008 a la fecha el stock ovino cayó un 35%, al tiempo que el guanaco aumentó su población un 400%. De las ocho millones de cabezas ovinas que la provincia supo tener, en 2022 había poco más de 2 millones. Esto se apalanca en que el guanaco ya concentra nada menos que el 50% del total de existencias a nivel mundial en esa región argentina.
Por eso, en un intento por hacerle frente a ese desolador escenario, a mediados de 2019 la Secretaría de Ambiente de la Nación aprobó el Plan Nacional para el Manejo Sostenible del Guanaco (PNMSG). Si bien al principio fue bien recibido por el sector productivo, ya que significó un avance en el manejo de los rodeos, la faena y la venta de carne de guanaco, la Federación de Instituciones Agropecuarias de Santa Cruz (FIAS) reclama ahora que eso ya no es suficiente para contener el problema.
Una pavada el titular. Aquí suceden cosas mucho peores, porque masacran a la fauna nativa sin control alguno. Pumas, zorros, hasta gatos monteses e incluso guanacos, que ni siquiera son predarores.
No publiquen cualquier cosa.
Es un llamado de atención, en el noroeste bonaerense está siendo un problema la manada de perros salvajes, por el despoblamiento del campo por el.nuevo sistema de siembra. En la zona de Madariaga los jabalíes rompen los alambrados y destrozan los cultivos al buscar raices. La tenencia de agresivos mastines para cuidar las manadas no es la solución, creo, hay tenés el ataque mortal en jauría de mastines sin control a una mujer que paseaba en las afueras de Zamora (España).
Bueno, justamente. Ni los perros salvajes o cimarrones, ni los jabalíes, ni los mastines forman parte de la fauna silvestre nativa. Esas especies no están ni deben estar protegidas. La nota plantea otra cosa. No se puede meter todo en la misma bolsa.
El problema es que el lobo ha perdido el miedo al ser humano y la administración está cobrando de Europa. Los conejos están destruyendo plantaciones enteras de leñosos y miles de hectáreas de cereal. Los ecologistas, cobran el estado español cobra y los agricultores y ganaderos españoles pagan. Como dicen ustedes, el problema es la plata. Saludos desde España
Y si les quitaron el hábitat natural de donde pueden comer? En 1995 la revista del tren tgv titulaba ” la bestia urbana” para describir la invasión de animales salvajes en ciudades ,comiendo restos de basura .