Este año la cosecha triguera pintaba para récord, pero el clima (hubo varias heladas fuertes y muy inoportunas, más anegaciones por lluvias en otras zonas), impidió que se alcanzara una producción tan alta como la prevista en el arranque de la campaña.
De todos modos, el volumen de trigo a cosechar es realmente importante. Según las estimaciones de la Secretaría de Agroindustria, la cosecha sumaría 19,4 millones, apenas por debajo del volumen logrado en el ciclo 2017/18, cuando se llegó a 19,7 millones de toneladas.
Si se cumple ese pronóstico, la producción del cereal habría aumentado 63% respecto de lo cosechado hace tres años, cuando la siembra se hizo bajo las condiciones que impuso la política kirchnerista que limitaban el acceso a los mercados internacionales y en consecuencia desalentaba la competencia por el grano entre la exportación y la molinería en el mercado local.
Ver ¿Efecto de las retenciones?: Caen 30% las exportaciones de harina de trigo
Este año, además, se dieron otros factores que ayudaron a los productores locales y que impulsaron los valores. En el cierre de la semana pasada, la posición enero del Matba (mercado de futuros) cotizaba en 208 dólares por tonelada, lo que significa 46 dólares o casi 30% más que en igual fecha del año pasado. La diferencia es levemente mayor en las posiciones post cosecha.
Pero hay que tener en cuenta que a partir de septiembre pasado volvieron las retenciones para el trigo y otros granos, lo que significa que el productor debería estar percibiendo 20 dólares más. Si el Estado no hubiera vuelto a dar el manotazo, la brecha con el precio de diciembre del año pasado hubiera superado los 60 dólares.
Para los analistas hay varias cuestiones que sostienen los precios del trigo. El corredor Javier Buján explicó que este fue un año particular en el cual se combinaron varias cuestiones. En primer lugar destacó que falló la producción en diferentes países europeos. En segundo término, Rusia estableció el mes pasado impuestos internos al cereal, lo que redujo su competitividad exportadora y la oferta global en un mercado necesitado de abastecimiento.
“Finalmente hay que señalar que este año el productor vendió en forma anticipada cerca de 7 millones de toneladas. Ahora lo que hace es entregar, sin tanta necesidad de venta en forma disponible”, apuntó el corredor. Esto no deprime los precios, como usualmente ocurre en los momentos de cosecha.
Buján consideró que la cotización del trigo en niveles superiores a los 200 dólares por tonelada hace competitivo el trigo argentino en el mundo y recomendó a los productores que utilicen las herramientas disponibles para asegurar la rentabilidad del cultivo.