La ruta de los bidones de agroquímicos, que comenzó a ser recorrida por Bichos de Campo en las últimas semanas, va llegando a su fin. Al uso y posterior lavado de estos envases plásticos le siguió, como vimos, su traslado, acopio, reciclado y reutilizado en otros fines no riesgosos, como los postes para utilizar en el campo.
El escenario de esta recorrida fue Mendoza, donde la implementación de ese sistema de recupero está bastante más avanzado que en otras provincias, pues comenzó mucho antes de la ley nacional sancionada en 2017.
El agrónomo Oscar Astorga tuvo mucho que ver son ese proceso virtuoso. Él se desempeña como coordinador del área de agroquímicos dentro del Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de Mendoza (ISCAMEN). Y fue una figura clave para que Mendoza fuera de las primeras en adoptar el sistema de Centros de Acopio Transitorios (CAT), hacia finales de los 90, con la llegada de las Buenas Prácticas Agropecuarias (BPA) a la agenda productiva local.
La idea original del programa de gestión de envases de agroquímicos, según explicó Astorga, apuntaba a evitar la diseminación en el campo de futuros riesgos, teniendo en cuenta sobre todo la toxicología aguda que los residuos de estas sustancias podían llegar a generar. Esto por supuesto supuso un cambio de paradigma.
“En la bibliografía se aconsejaba a la industria quemar y enterrar envases. Por eso, cuando en 1995 aparece el famoso triple lavado, la gente no entendía nada. Del 95 hasta aquí han pasado muchos años y ahora se están escuchando otras campanas, al tiempo en que se fortalece el marco legal con la ley 27.279”, dijo a Bichos de Campo el funcionario. Esa es la ley que nacionalizó la obligatoriedad de retirar los envases vacíos de los campos.
Mirá la entrevista con Oscar Astorga:
Pero tres décadas atrás Mendoza ya había comenzado a implementar un programa llamado “Limpiemos Nuestro Campo”, a lo que luego le siguió un convenio con Casafe (la cámara de empresas de agroquímicos) que, si bien no era obligatorio como la actual ley, permitió que la provincia fuera pionera en la implementación de medidas como las actuales, impulsadas ahora entre el ISCAMEN y la Fundación CampoLimpio.
Con los años el triple lavado se convirtió en una norma avalada por IRAM y apoyada por distintas instituciones como Aapresid y CREA, que ayudaron a apuntalar su recepción entre los productores.
“A partir de la ley que se presenta en 2014 y se promulga en 2018, nacen estos nuevos CAT en convenio con CampoLimpio. Ahora lo que estamos sumando son los mini CAT, cuya idea es que el productor no tenga que trasladarse grandes distancias para poder llevar sus envases”, indicó Astorga.
-La pregunta del millón es si son suficientes los CAT que tiene actualmente Mendoza (y que son tres).
-Mendoza está distribuido por oasis. En cada oasis hay un CAT. Probablemente este faltando algún otro más. Junto con el desarrollo de la red de mini CAT, estaríamos muy bien.
-¿Hay conciencia de los productores para traer los bidones? ¿Se han contagiado?
-Hay distintas variables que considerar. Primero aquel productor que está dentro de la cadena de exportación, al que le exigen alguna política ambiental. Ese es mucho más fácil que entre en el sistema. Son las grandes bodegas, horticultores y fruticultores. Por otro lado, nosotros tenemos un sistema de registro de compra venta de agroquímicos por parte del productor que lo vemos nosotros online, y sabemos el movimiento de agroquímicos permanentemente. O sea, a través de esa información nosotros podemos salir a fiscalizar quién tiene los envases.
-¿Se puede entonces saber quién compró cada bidón y si lo devolvió finalmente a un CAT?
-Exactamente. Y no solo está la estructura de logística sino que también hay técnicos que hacen promoción a nivel de territorio y también hacen fiscalización. Entonces hay listados, registros de compra y en función de eso se fiscaliza.
-¿Puede funcionar este sistema de retiro de bidones sin la colaboración de los municipios, de las provincias e inclusive del gobierno nacional?
-Esto es un trabajo transversal. Estamos hablando del ambiente. Una cosa eran los 90, cuando recién comenzaba la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, donde recién se estaba acuñando la palabra “sustentabilidad”. Ya han pasado un montón de años y hoy estamos hablando todos del ambiente. O sea que nadie no puede poner el oído en temas que puedan afectar el ambiente. Este año vamos a romper el récord en cuanto a la recuperación de envases. Estamos en el 130% de crecimiento comparado con respecto a los últimos 5 años.