Tras la crisis provocada por la aparición de casos de Influenza Aviar Altamente Patógena en febrero de 2023, las exportaciones de carne de pollo se recuperan pero a un ritmo mucho menor a los esperado y deseado por las empresas avícolas.
La causa del retraso tiene que ver con la falta de apertura de China y Chile, “el primer y tercer mercado para nuestros productos”, según indicó Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA).
Según los datos de la Secretaría de Agricultura, las exportaciones de productos avícolas suman 150 mil toneladas hasta el séptimo mes del año, lo que significa una caída de 32% respecto del período enero-septiembre del 2022. En facturación la baja es mayor, llega al 53%. Esto es consecuencia de que se debió colocar lo que no llevaron esos dos países en mercado de menor valor.
Hasta la aparición de la influenza aviar la exportación de pollos venía creciendo fuerte. En enero la mejora había sido de 17% y en febrero del 14% interanual. Pero ese mes aparecieron los primeros casos y los negocios con los mercados internacionales se desmoronaron.
En los últimos meses las ventas suman 11.500 toneladas de promedio, contra las 35.000 toneladas promedio del 2022. Entre junio y septiembre se exportó el 30% que lo despachado en los mismos meses del año pasado.
El problema está básicamente es que el Senasa no pudo lograr una reapertura de esos dos mercados, a pesar del buen trabajo hecho para controlar esta epidemia.
“No conseguimos respuesta de Senasa y ellos a su vez de China de por qué no nos restituyen el status de libre de influenza aviar. Llevamos más de 90 días con todos los casos cerrados. Hace 60 días que venimos pidiendo respuesta a China pero no nos aclaran porque no nos reabren, sobre todo si fueron tan rápido para cerrar y devolvernos los contenderos que se había producido antes de la influenza”, dijo Domenech.
Con respecto a Chile, el directivo avícola indicó: “Nos dan cada vez una excusa distinta, siempre son respuestas nuevas sin mayores explicaciones”.
Según su estimación este año la por los efectos de la influenza aviar se perderán 180 millones de dólares en exportaciones que se no realizarán, cuando el año pasado se logró un ingreso de divisas de 384 millones de dólares.
Para las avícolas hay otros dos temas de preocupación. Una es el dólar 50/50 que encareció los costos de la alimentación de los pollos parrilleros. “Hoy el costo de hacer un cajón de pollo es de 20.000 pesos y estamos cobrando entre 18.000 y 18.500 pesos”, remarcó el referente de CEPA, poniendo sobre la mesa una problemática que se agrava.
Además en el sector esperan que se puedan reactivar las inversiones que “en los últimos 6 años se fueron ralentizando, y para eso necesitamos de créditos que ojalá se activen con el próximo gobierno y que permitan que se construyan nuevos galpones y se mejoren los existentes”, finalizó.