Llegó el Niño y trajo consigo una espectacular y repentina crecida del nivel de los ríos, poniendo en alerta a toda la llamada “ganadería de islas”. Con el aluvión de aguas bajando de norte a sur, en la primera fila de este nueva emergencia están los pequeños productores y todos los pobladores de las islas Apipé (del guaraní: lomadas), el archipiélago ubicado en el río Paraná, a la altura de la represa binacional de Yacyretá, en el departamento Ituzaingó, provincia de Corrientes.
“Están todos afectados. En la Isla Apipé Grande hay 10 mil cabezas de ganado, mientras que en Apipé Chica hay otras 1.500. En el resto de las islas hay de a 300, 200 o 100. Son todos pequeños productores que viven de eso”, advirtió el ingeniero agrónomo Orlando Álvarez, del INTA Ituzaingó, que se puso desesperadamente a buscar partidas de alimentos balanceado para poder mantener con vida a esos animales.
Es que prácticamente todas la superficie de esas islas han quedado bajo el agua y toda la hacienda que no se puede sacar a tierra firme se ubica como se puede en las lomadas de la Apipé Grande. “Allí se está produciendo una sobrecarga que está afectando a los productores que ya estaban instalados en ese lugar, y que son muchos. En Apipé Grande hay 280 Renspa ganaderos y muchos otros productores no están registrados. La mayoría son de subsistencia”, explicó el profesional.
Otro médico veterinario, Guillermo Gane, que trabaja para la entidad binacional Yacyretá confirmó el crítico cuadro de situación, que no solo afecta a los animales sino también a las personas que viven en el lugar. “Estamos acompañando a los productores con comida para las familias en principio. Pero es mucha gente y además se necesita comida para los animales”, dijo Gane a Bichos de Campo.
Estas islas son de grandes dimensiones. La Apipé Grande llega a 277 kilómetros cuadrados, y la Apipé Chico a casi 24 kilómetros cuadrados. Luego hay otras de menor tamaño. Apipé Grande tiene una población de unos 1.500 habitantes, y había otros 800 en la menor. Además de ocuparse de la ganadería, muchas de estas familiar realizan huertas, que amanecieron completamente inundadas.
El pedido desesperado de estos veterinarios es que alguien ayude acercar alimentos balanceados a la zona, para permitir la supervivencia del ganado.