Luego de tres años consecutivos de sequía, los ganaderos de las islas se preparan nuevamente para mover su hacienda y escaparle a la crecida del río Paraná. Es que con las lluvias acumuladas de los últimos días, que en la zona de las cataratas ya han elevado el caudal de 2 mil metros cúbicos (el nivel normal) a 22 mil metros cúbicos, es tiempo de desempolvar los viejos protocolos y actuar para evitar mayores pérdidas.
Ubicada mucho más al sur de la zona que ya entró en emergencia, en San Nicolás, al norte de la provincia de Buenos Aires, Analía Esperón es una de las que por estos días se prepara, no solo en su rol de productora ganadera sino también en su labor como capitana de un barco de hacienda.
“Los productores no han planificado una evacuación. Si bien se veía venir al Niño, no fue con la rapidez con la que terminó viniendo. Estimativamente, de acuerdo a la alerta hidrológica del INTA, el nivel en Rosario podría llegar a los 3.70 metros, que para lo que es el Delta medio no es tanto, porque aún quedan albardones naturales para que la hacienda esté. Obviamente que es conveniente alivianar todos los campos”, dijo a Bichos de Campo la capitana.
¿Y por qué no se tuvo en cuenta una posible evacuación? Principalmente por la falta de oferta de campos, causada principalmente por la grave sequía.
“No es que los productores se dejaron estar. Lo que pasa es que en el continente no se consigue nada de campo ganadero. No hay lugares de acopio, está todo sembrado. Y un feedlot te sale mil mangos por animal. Toda la rentabilidad la perdés, al igual que si ahora vendés toda la hacienda”, explicó Esperón.
A eso hay que sumarle que los campos que se consiguen, ya sean cañadas o bajos, suponen un alquiler extenso, en función de la ley de arrendamientos, que podría durar dos años. “Uno no necesita un campo dos años. Lo necesita por un mes o tres meses”, indicó la productora.
Históricamente, las islas han servido a los ganaderos para engordar a sus animales con pastizales naturales, de forma más económica. Sin embargo, la logística siempre fue un tema importante a considerar entre los costos, por el riesgo que suponían las crecidas. Es así que como opción para evacuar, los barcos que transportan hacienda se volvieron muy demandados.
Esto, claro, no es barato y su valor tiene en cuenta el recorrido a realizar, las horas de navegación y la calidad de animales a cargar.
“Se le da prioridad no únicamente a los campos bajos sino también a aquellos que están lejos, dentro de arroyos o riachos, porque se pueden tapar con mugre que baja y después no hay forma de acceder. La prioridad acá no son los productores sino los animales”, consideró Esperón.
Actualmente, entre San Nicolás y San Pedro hay siete barcos en funcionamiento, entre chicos (1 jaula) y grandes (3 a 5 jaulas). Los de menor tamaño se han popularizado, no solo por el menor costo sino porque permitan sacar menos animales, principalmente aquellos de mayor valor como los novillos gordos.
“Tener un barco ganadero hoy en día no es rentable, porque los movimientos son esporádicos. Es muy oneroso. Estamos hablando de millones de dólares que te sale un barco ganadero para tenerlo solamente destinado a esa actividad. Yo, por ejemplo, tenía mi barco de 5 jaulas y otro de 3 en Gualeguay, Entre Ríos, y el más chico lo tuve que vender porque no es un laburo que haces todos los meses. El que hizo viajes fue el barco chiquito porque hoy una jaula de novillos es mucha plata”, señaló la capitana.
Y si bien hoy en día la situación no está en su punto más complicado, la sudestada de los últimos días si se hace sentir y complica la evacuación.
“Lo difícil ahora es la lluvia. Te complica para encerrar a los animales en corrales y sacarlos en los barcos. Lo que provoca es que la crecida del Río de la Plata se te meta aguas arriba hasta estas localidades, provocando que no se desagote aquí”, detalló Esperón.
-¿Qué crees que va a pasar?- le preguntamos.
-Recién está empezando esto. El pico no llegó a la zona. Ante la alta demanda de barcos y la poca oferta de ellos, se están haciendo arreos. Todavía se puede sacar la hacienda en arreo, en esta zona de la mitad de Santa Fe para abajo, y llevarla a campos más altos. A mí me ha tocado estar en el barco y ver como bacas y cerdos morían ahogados de cansancio, tratando de mantener la cabeza fuera del agua. Ese es el escenario más fatídico pero aún no estamos ahí.
“Lo que suceda aguas arriba de Rosario va a depender de los niveles de Iguazú y Andresito que son nuestra referencia. Aquella vez que llegó a 40 metros Iguazú durante una semana, se inundó hasta la ciudad de Santa Fe. Lo cierto es que ahora deberíamos tener un nivel de agua mucho menor pero la sudestada no ayuda”, agregó.
-¿Qué sentís que hace falta en una situación como esta?
-Utilizar toda la capacidad de los campos. Por ejemplo, acá en San Nicolás tenemos el Eco Parque, que es el Yaguarón. En todo lo que sea estatal, provincial, municipal, o predios disponibles, necesitamos corrales galvanizados, potreros y mandar la hacienda ahí al menos por un mes. Necesitamos sí o sí la participación del Estado.
Estaria bueno que este ciclo del niño ayude a esclarecer las irregularidades que desde hace decadas hay en cuanto a tenencia de las islas. Es un gran manchon de tierras sin dueño, lleno de historias oscuras y muchas mafias.
Está visto que los productores ganderos , al menos en estos casos, no tienen vocación de invertir, esta señora se alarmo x lo q cuestalojar un animal en un loft, 1000$$, ¿ cuanto vale un animal ?, otros los dejan boyando asta su muerte y no pomnen 1$, para, salvarlos, pero sí piden ayuda oficial…