En las afueras de Jesús María, en la provincia de Córdoba, se encuentra el Centro Experimental de Nutrición Animal (CENAB) de la firma Biofarma, un extenso predio de más de 70 hectáreas dedicado a la investigación, desarrollo y producción de alimento animal. Ubicado en una zona eminentemente agrícola-ganadera, desde hace dos años este establecimiento persigue la tarea de tecnificar y eficientizar la fabricación de balanceados, especialmente a partir de maíz, a los cuales ponen a prueba en un moderno feedlot.
“Biofarma es una empresa nacida y desarrollada en Córdoba, que tiene más de 40 años. El director general y el presidente de la empresa son de esta provincia. Si bien la firma tiene inversores, todo el desarrollo es de acá y toda la inversión se hizo con capital propio de la empresa, que sigue apostando a esto que hacemos”, dijo a Bichos de Campo Juan Bolatti, gerente técnico del CENAB, que es apenas una de los seis establecimientos que tiene esta firma en el país, siendo su epicentro Río Cuarto.
La recorrida por el predio ubicado a 14 kilómetros de Jesús María, que ya ha atraído a más de un curioso sin contar a los periodistas de este medio, deja entrever los tres pilares fundamentales de Biofarma: la investigación, la producción y la capacitación.
“Tenemos módulos específicos para realizar investigación de distintos tipos, desde estudios en condiciones más controladas con animales individuales, a otros más globales en corrales donde medimos frecuencia de alimentación, comederos, etc. Luego tenemos la parte de producción con fines comerciales, que sustentan al área de investigación. Tenemos un feedlot con capacidad para 18.000 animales. Y después, por el otro lado, tenemos la capacitación, tanto para practicantes que trabajan día a día con nosotros, como para clientes u operarios de otros feedlots”, detalló Bolatti.
El inicio de todo está en la materia prima. Alrededor del CENAB se desarrolla un pool de siembra de entre 6.000 y 7.000 hectáreas que proveen de maíz y soja a la empresa, a partir de los cuales inicia la producción del alimento. Eso sirve no solo para realizar tareas experimentales sino también para sostener al rodeo general, cuyo costo de alimentación representa entre un 70% y un 80% de los costos directos.
Por día, allí se producen 70 toneladas de maíz rolado al valor, a lo que se le agrega maíz húmedo y maíz quebrado en seco para completar las dietas. Ellas se componen en un 70% a 80% de maíz, porcentaje que aumenta a 90% si se tiene en cuenta a la burlanda como subproducto.
Los animales, que provienen de Buenos Aires, La Pampa y la región norte del país, permanecen en engorde durante 100 días para completar su ciclo, hasta que son destinados tanto al mercado interno como a la exportación.
“En los dos años que llevamos, hemos realizado más de 26 ensayos con 800 toros probados por eficiencia de conversión. Hemos ido mejorando muchas cosas aprendimos a medida que fuimos haciendo, ya sea de la experiencia misma o de los ensayos que hemos ido realizando. Todo eso va retroalimentandonos y es lo mismo que trasmitimos después a los clientes. El mismo proceso de aprendizaje que vamos haciendo luego lo sacamos o lo extrapolamos a otros productores fuera de esta región”, indicó Bolatti.
“Todo lo que hemos hecho está medido de inicio final, pero más allá de comparar productos nos da una idea de cómo funcionan los productos y el potencial que tienen en ciertas condiciones, además un montón de información que apoya al productor para poder tomar mejores decisiones y mejorar su sistema productivo”, agregó el gerente.
El broche de oro de todo este ciclo resulta ser el biodigestor, alimentado a partir del estiércol generado en todos los corrales del predio.
“Con el biodigestor generamos biogás para cocinar el maíz y dárselo a los animales, permitiendo un mejor aprovechamiento del mismo, y mejorando la eficiencia de alimentación y ganancia de peso. Sacamos aproximadamente un 30% de la materia fecal que producen los animales. El residuo que queda, se termina usando para fertilizar campos propios, asegurando un menor uso de fertilizantes inorgánicos como urea y fosfato”, señaló Bolatti.
-¿Cuáles son los próximos pasos de Biofarma, al menos en lo que respecta a la producción primaria?
-Estamos viendo de ampliar hacia otros sistemas productivos y otras especies. Por ahora se hizo esta inversión, esta pueda en marcha que fue muy buena. Estamos en un muy buen nivel productivo. La empresa siempre mira para adelante y tiene la ambición de seguir creciendo.