El Molino Campodónico, situado entre las calles 1, 2, 57 y 58 de la ciudad de La Plata, es una de las empresas platenses más antiguas. Fundado en 1888 bajo el nombre “Molino D’Amico”, por Julián Games -por aquellos años diputado provincial llegado desde Olavarría-, la empresa tuvo diferentes dueños en sus diez primeros años y con el tiempo pasó a llamarse “Molino La Plata”. Recién en 1899, el italiano Miguel Campodónico compró el molino para dar comienzo a una empresa familiar que se extiende hasta la actualidad.
La historia de la compañía se remonta a 1890 cuando Miguel Campodónico se asocia con Juan Esteguy y Antonio Borzone para arrendar un molino ubicado en las calles 34, 35, 133 y 135 de la ciudad de La Plata. Se funda así “Campodónico y Compañía” hasta el 1900. En ese año la empresa se disuelve y Miguel Campodónico compra la parte de sus socios quedándose con el 100% de la firma. En 1908 incorpora una fábrica de hielo para aprovechar el agua destilada que provenía de los grandes motores a vapor.
Actualmente la compañía desarrolla principalmente la actividad de la molienda de trigo para la elaboración de harinas, sémolas y semolines y otros subproductos derivados. Comercializa sus productos mayoritariamente para la industria de panificados, fábricas de pastas, etc. Como actividad secundaria efectúa la venta de productos para el agro, acopio y consignación de cereales, elaboración de alimentos balanceados para animales y fabricación de aceite y expeller de soja y cuenta con una dotación de 124 empleados.
Su historia es muy rica no solo porque acompañó los avatares de la economía argentina y la sino también porque supo resurgir de sus cenizas. Es que en 1934 un incendio destruyó casi la totalidad de sus instalaciones y tuvo que dejar de operar por largo tiempo. Sin embargo, los descendientes de su fundador reconstruyeron el molino creando así uno nuevo de origen inglés lo que permitió aumentar la capacidad de molienda. Más acá en el tiempo en 1980 incorporó una nueva planta de acopio para almacenamiento de materia prima en las afueras de la ciudad.
En 1984 la empresa modernizó también su tecnología a través de la ampliación de sistemas periféricos – silos de trigo, plantas de pelleteado, silos de harina, neumatización y reemplazo de cilindros de molienda y plansifters de última generación que dieron como resultado el nivel de procesamiento actual. Hoy cuenta con una capacidad de molienda de 340 toneladas diarias y un almacenamiento de 45.000 toneladas de trigo. Se ubica entre las 10 firmas más importantes de la molinería argentina.
Continuando con un plan de expansión, en 1996 la empresa adquirió el 90% del capital Molino harinero Clabecq ubicado en el parque industrial de la ciudad de Tandil en la provincia de Buenos Aires. En 2010 constituyó Alimentos Tandil SA donde la compañía es participante en 50% del capital en conjunto con la cooperativa agropecuaria de Tandil.
Su zona de influencia es la provincia de Buenos Aires, Mendoza, Santa Fe, Tucumán, Río Negro, Chubut y Neuquén.
Finalmente en lo que respecta a sus ventas, en el ejercicio económico del año 2021 facturó un total de $2.960 millones, de los cuales $2.400 millones correspondieron al mercado interno y unos $27 millones a la exportación.
En cuando a su deuda bancaria, según el BCRA, asciende a poco más de $990 millones, el 22% tomada con el Banco Nación, el 21% con el Banco Provincia de Buenos Aires, el 19% con el HSBC y el 12% con el Banco Macro, el resto se divide en menor medida entre otras entidades.
El presidente de la firma es Alejandro Enrique Compodónico, el vicepresidente Ernesto Miguel Gil y los Directores Juana María, Pedro y Javier Lázaro Campodónico.