En Malabrigo los apellidos se repiten bastante. Andreina Bressan y Luisina Bressan no son parientes, aunque las une otro vínculo acaso tan importante como aquel: son docente y ex alumna de la escuela secundaria 2057 de esa localidad del norte santafesino. También comparten la pasión por el bosque nativo.
Una parte significativa de la geografía del norte santafesino está ocupada por la llamada cuña boscosa, que forma parte del gran Chaco americano. Por eso Andreina, como docente de Ciencias Biológicas en ese establecimiento educativo, suele explicar a sus alumnos la importancia de su conservación, debido a la gran cantidad de servicios ambientales que presta y de recursos de los que disponen. Luisina la deba haber escuchado con atención, porque ahora que transita una carrera universitaria se orientó por una carrera acorde.
Como sea, la historia de este conexión entre ambas mujeres es una excusa para contar una muy buena idea que surgió en esta escuela santafesina, que desde hace casi dos décadas, una vez al año, organiza una jornada especial en la que los alumnos del quinto año de ese establecimiento reciben a los chicos que cursan el séptimo grado en todas las escuelas primarias de Malabrigo. Pero el encanto es dónde los reciben. En el Parque Temático Bosque Chaqueño Sostenible, una fracción de bosque nativo que se mantiene casi virgen.
Esta jornada especial es una interesante propuesta donde los estudiantes más avanzados trabajan varios meses para poder mostrarle a los más estudiantes más chicos, con lujo de detalles, como funciona el ecosistema que abriga el bosque chaqueño. La 16° edición de esta jornada tendrá lugar el próximo 11 de octubre (en la entrevista grabada decimos incorrectamente 11 de noviembre).
“Para nosotros el bosque chaqueño es nuestro ecosistema de referencia, es donde vivimos, es lo que nos rodea. Más allá de la agricultura y la ganadería, nuestra región se caracteriza por este monte”, dijo a Bichos de Campo la docente, quien aclaró que la idea original del proyecto ha sido de otro colega y ella junto a los directivos de la escuela se han ocupado de continuarla.
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El predio a visitar cuenta aproximadamente con 3 hectáreas de bosque. Es propiedad de un productor de la zona, quien lo puso a disposición de la escuela desde 2008. Se trata de una porción de monte virgen que cumple con la finalidad de que los estudiantes -en el marco de la jornada- comiencen a familiarizarse con términos como ecología, ecosistemas, flora, fauna y otros.
Luisina formó parte de la excursión de las dos maneras: como alumna de séptimo y también como organizadora, en quinto año. “Fue la primera vez que me encontraba con conceptos como bosque chaqueño, ecosistemas naturales. Fue la primera vez que escuché sobre recursos renovables y la importancia de aprovecharlos”, dijo.
Años más tarde, junto a la Promoción 2014 de la secundaria 2057 de Malabrigo, Luisina tuvo la oportunidad de ser parte del proyecto como el resto de los estudiantes de 5° año, y según cuenta “fue cuando finalmente pudo comprender la relevancia y el significado de trasmitir a otros chicos la importancia de preservar el bosque chaqueño”.
-¿La lógica es que los más grandes trasmitan a las promociones venideras esta experiencia?- le preguntamos a la Andreina
-Sí. Es como un círculo, los chicos visitan cuando están en séptimo grado en la primaria este lugar, hacen el recorrido y viven su experiencia. Sin embargo, hacen el recorrido de una manera diferente a como la experimentan los estudiantes de la Escuela 2057 y especialmente los de quinto año.
En esta escuela, según explica Andreína, cuando los estudiantes elige la modalidad de ciencias naturales, saben que en 5to año tienen que participar de la organización de esta excursión. “Nosotros hacemos uso de los senderos que va dejando el ganado que transita por la zona, que como no es constante, el bosque está bastante conservado”.
-¿Qué es lo que encuentran los visitantes que asisten a al bosque?
-Las postas que nosotros enseñamos acá a los visitantes van más allá del aprovechamiento de la madera como recurso. También incluimos hábitat de aves, todo lo que es plantas autóctonas. Y mostramos las especies características de nuestro ecosistema.
-¿Cuántos chicos suelen venir a la excursión en cada edición?
-En ediciones anteriores han llegado a asistir hasta 150 niños. Es decir, de los nuestros, de la localidad de Malabrigo. Después se integran otras instituciones que traen sus alumnos y con tiempo preguntan las fechas del parque temático para organizar su salida escolar.
En el lugar se puede observar, cómo en cada edición los estudiantes dejan constancia de su participación con carteles en el acceso, que llevan los colores de la promoción del secundario a la que le tocó la organización ese año. Como el púbico también se renueva, cada año la temática a abordar en las paradas dentro del bosque se va renovando.
-¿Cuántas postas tienen dentro de las tres hectáreas a visitar? ¿De qué van?
-Son alrededor de 20 postas y se dividen a los alumnos en grupos pequeños, para que puedan transitar por los senderos. Se les cuenta sobre las especies que encontramos, los estratos. Se habla del sotobosque, qué uso se le puede dar y cómo se aprovecha dentro de este ecosistema. En otra posta se habla sobre la captura del dióxido de carbono.
El proyecto, que solo se desarrolla durante una única jornada escolar, se destaca por la interdisciplinariedad donde los estudiantes de quinto año pueden aplicar otros conocimientos que van desde las matemáticas hasta las ciencias sociales.
“Yo siento que esto es más que un proyecto escolar. Es como una tradición. Los recuerdos que tengo van directo a la conciencia y despiertan algo en el alumno y hace que empiecen a tomar conciencia sobre el paisaje que los rodea”, termina diciendo Luisina. Es el mejor resumen.