De acuerdos con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), hasta el año 2020 Austria destinaba un 30% de su superficie –que alcanza un total de 83.871 kilómetros cuadrados- al uso agrícola. De ese total, un 16% se correspondía con tierras cultivables. Entre sus principales producciones se destacan el trigo, el maíz, la cebada y otros cereales, además de frutas y verduras como manzana, pera, tomate, zanahoria y cebolla.
Se estima que el sector engloba alrededor de 155.000 empresas dedicadas a la agricultura y silvicultura a pequeña escala, escenario que se ve en jaque por la concentración de la tierra.
“El sector se caracteriza por ser a pequeña escala y de gestión familiar, muy diversa. En el oeste tenemos grandes montañas y pequeñas granjas de ganado vacuno y ovino. Y en el este, tenemos grandes extensiones de terreno, donde se encuentra la producción porcina junto a la de pollo y huevo. Para nosotros, una gran escala supone hablar de 300 hectáreas en Austria”, dijo a Bichos de Campo Bianca Blasl, agroperiodista de Austria a cargo del medio autogestivo digital Bauer to the People.
-¿Cuáles son las ventajas y desventajas del sector agrícola que reconocés allí?- le preguntamos a Blasl.
-Creo que la mayor ventaja es el funcionamiento de los pequeños negocios familiares. Son muy diversos porque te permiten ser más flexibles. Sin embargo, las mayores desventajas tienen que ver con esto mismo ya que, de alguna manera, generan una sensación de limitación junto con pocas opciones de progreso.
A continuación, la periodista agregó: “También ocurre que muchos dueños enfrentan el gran problema de que las generaciones más jóvenes no quieren hacerse cargo del negocio. Es por eso que hay agricultores que abandonan el negocio día a día, y eso hace que los negocios restantes se vuelvan más y más grandes, mientras intentamos diversificar y dar nuevas perspectivas a la agricultura. Así los jóvenes pueden seguir adelante con el negocio, y lo mismo, como sucede en el resto del mundo, en relación al cambio climático y el aumento de los precios. Esto conlleva a mayores costos de producción, mientras que en nuestro país, la gente está acostumbrada a que los precios sean bajos y eso es un gran problema”.
Mirá la nota completa acá:
-Como joven periodista, ¿cuál es el desafío que reconoces en la comunicación agrícola?
-La gente no es honesta. ¿Qué significa eso? En la agricultura y la comunicación, la mayoría de las personas, no cuentan las historias tal como son e intentan defender la industria. Yo prefiero contar toda la historia y ser honesta al respecto. Y el segundo problema más grande en la comunicación es que hay una gran brecha entre los agricultores, los productores y los consumidores en la producción. Eso es lo que estamos haciendo nosotros. Buscamos brindarle información a la gente de una manera agradable, con algo de humor, junto con datos veraces. Buscamos volver a unir a las personas en lugar de enfrentarlas. Lo que tenemos que hacer es mantenernos juntos y unidos en la comunicación, ser honestos y afrontar los hechos reales.