Un gráfico histórico elaborado por el departamento de estudios económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) muestra que hay que remontarse al menos diez años para encontrar un escenario tan negativo para la cadena del trigo en la Argentina. Esta campaña 2022/23, la sequía destruyó la cosecha del cereal, que se redujo de 22 a solo 13 millones de toneladas. Y ese recorte tuvo consecuencias que ya se hacen muy visibles en el mercado.
“Salvo la catastrófica campaña 2013/14, nos encontramos ante las exportaciones de trigo más bajas en 35 años”, dice el breve informe de la BCR que surge de este gráfico:
Como se puede notar, con tados al primer semestre de cada año, solo en la campaña 2013/14 los negocios realizados con trigo fueron inferiores a de este primer tramo de 2023. En aquella oportunidad, el gobierno de Cristina Kirchner tenía como secretario de Comercio a Guillermo Moreno, quien trababa desde hacía varios las exportaciones del cereal, quitando incentivos para su siembra. Sumado a una sequía, la producción de trigo cayó a mínimos históricos de 8,5 millones de toneladas.
Ahora las restricciones oficiales no son tan visibles, pero la sequía ha sido mucho más intensa. Pero los volúmenes de equilibrio (o saldos exportables) fijados por la Secretaría de Agricultura funcionan como un tope para los negocios de exportación, pues aseguran un abastecimiento mínimo de 7 millones de toneladas para el mercado domestico.
En este contexto, “el golpe de la sequía 2022/23 sobre el trigo se siente con más fuerza sobre la exportación que sobre la producción”, define la BCR.
Y amplía: “Con un recorte cercano al 50% en la cosecha triguera, la exportación cayó más de un 81% en lo que va de la campaña. En este sentido, por las necesidades del consumo interno, la mayor parte del ajuste de la producción recae sobre la exportación triguera nacional”.
Lo cierto es que el trigo argentino prácticamente desapareció del mercado internacional y así será hasta la nueva cosecha 2023/24.
Entre diciembre y junio se embarcó el segundo volumen de trigo más bajo desde 1988. “Las 2,4 Mt de trigo actuales se ubican lejos de las casi 14 Mt exportadas entre diciembre y junio de la campaña pasada”, precisó la bolsa.
Y aclara que solo Moreno y sus intervenciones de mono con navaja pudieron ofrecer un panorama semejante. “El único año que exhibió un volumen inferior al actual se encuentra en la campaña 2013/14”, rememora el informe. En aquella oportunidad, como no había trigo suficiente como para abastecer el mercado local, llegó a barajarse la posibilidad de importarlo desde Uruguay y los precios internos treparon a casi 700 dólares por tonelada.