Entre enero y mayo se exportaron 145.218 toneladas de productos lácteos por 575 millones de dólares. En volumen, la caída fue de 12% y en valor de 10,5%.
Mientras las ventas a Brasil aumentaron 115%, cayeron de forma notable a todos los demás destinos, como China, Argelia y Chile.
Esta tendencia, dicen los analistas, continuará en tanto se sostenga el retraso cambiario, los derechos de exportación, y los controles de precios que quitan ingresos a las industrias y a los tambos.
Mientras tanto, la producción local comenzó a crecer luego de meses de zozobra provocada por la sequía. En junio hubo un salto del 6% respecto de mayo y se espera que esa tendencia continúe en los meses que vienen.
Los datos difundidos por la Secretaría de Agricultura confirman la posición del Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA), que pronosticó más oferta para el mercado interno.
La suerte de los productos lácteos, y en definitiva de la leche que entregan los tamberos, parece que va a ser parecida a la de la hacienda y la carne vacuna, que vienen con retrasos muy importantes respecto de la inflación. La carne aumentó 70% interanual y la hacienda entre 50% y 60%, cuando la inflación fue de 115% según el INDEC.
En el caso de la leche que venden los productores, hasta ahora tuvo una mejora de 112%, en línea con la inflación. Pero los analistas del sector creen que comenzará a tener aumentos menores debido a que habrá más oferta para un deteriorado consumo local.
La señal es muy mala para los productores, porque además sufren un sobrecosto -estimado en 20% por el INTA- como consecuencia de la sequía y la necesidad mayor de suplementar a los animales.