Hace menos de un mes el gobierno de Mauricio Macri, queriendo o no, decidió reimplantar las retenciones para el grueso de los productos del agro y de la economía. Ese mismo gobierno -o el que venga en 2020- podría elevar hasta 33% el nivel de esos derechos de exportación si el Congreso aprueba tal como está escrito el Presupuesto 2019, ya que un artículo de ese proyecto de ley prevé esa posibilidad.
Retenciones que volvieron, retenciones que podrían subir. Sin embargo, la palabra “retenciones” ni aparece en el comunicado con el que la Mesa de Enlace, en una versión con caras nuevas, anunció su regreso a la actividad luego de varios meses de desencuentros. Llama la atención ese silencio: el bloque que formaron CRA, Coninagro, la Sociedad Rural y Federación Agraria nació en 2008 justamente para enfrentar las retenciones.
Eran otros tiempos, otro gobierno. Eso está claro. Están neo-retenciones se definieron, además, en el marco de una feroz devaluación que, al menos para la economía pampeana, resulta más ventajosa que dolorosa para la mayor parte de los productores.
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De todos modos, llama la atención tanto silencio de los dirigentes rurales tradicionales frente a la chance de que el tributo pueda ser elevado hasta 33%, como dice el Presupuesto. ¿Es una posibilidad posible?
Hace unas horas, el gobernador radical de Jujuy, Gerardo Morales, declaró a una radio porteña: “Me reuní con (Marcos) Peña, (Rogelio) Frigerio y (Nicolás) Dujovne y les decía que nos quedamos atrás con este tema. En lugar de 4 pesos por dólar tendríamos que haber puesto 8 pesos al menos por seis meses para recaudar más recursos por esa vía”, explicó. Para los que no se acuerden, Morales fue el primer socio de Cambiemos que comenzó a fagocitar hace un par de meses que ea necesario reimplantar las retenciones. Cuando Bichos de Campo lo contó, muchos ruralistas se apuraron a decir que el presidente Macri les había prometido otra cosa.
Como sea, la palabra “retenciones” no figuró en el comunicado de prensa con el que la Mesa de Enlace anunció su regreso a las canchas.
Reunidos en la sede de la Rural, en la calle Florida, cuenta el comunicado que Carlos Achetoni (FAA), Daniel Pelegrina (SRA), Carlos Iannizzotto (Coninagro) y Dardo Chiesa (CRA), además de sus equipos, dedicaron el rato a revisar “la agenda de temas transversales al campo”.
“Entre ellos, se destacó la preocupación por la situación financiera; en particular, por las altas tasas de interés y la imposibilidad que implica tomar créditos para producir en esas condiciones”, indicó el comunicado. Horas antes, el flamante titular de la Federación Agraria había planteado la misma preocupación central al ex ministro Luis Miguel Etchevehere.
En sintonía con la preocupación ruralista, el nuevo jefe del ahora degradado secretario de Agroindustria, el ministro de la Producción Dante Sica, consideró que el nivel actual al que han llegado las tasas de interés “es incompatible con la producción”.
En este contexto, parece haber margen para discutir con las autoridades. Y la mesa de Enlace quiere aprovechar ese ventiluz. Los dirigentes rurales, en rigor, “acordaron abocarse en los próximos días a la búsqueda de mecanismos alternativos de financiamiento, tales como la financiación a valor producto y otras iniciativas similares”.
El escueto comunicado de prensa que no dice nada sobre “retenciones” tiene apenas tres párrafos, que de todos modos alcanzan para anticipar que las cuatro gremiales del agro van a “continuar reuniéndose periódicamente con la urgencia que los temas prioritarios ameriten para seguir trabajando en la nutrida agenda que preocupa al agro”.
¡La pucha!