El movimiento cooperativo argentino tiene la premisa de estar al lado de los productores para que sean eficientes y prosperen en sus establecimientos. Hay cooperativas en toda la geografía de nuestro país y pueden asociarse libremente a la que más les convenga, por afinidad, por cercanía o por producción.
Rubén Borgonovo, presidente de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), tiene el cooperativismo en su ADN pues su padre y su abuelo ya le marcaron el camino. Compartió uno de las primeras acciones, cuando con un grupo de productores maniseros se unieron para poder tener una planta de proceso que les permita exportar el maní. “Los productores no teníamos la capacidad de hacer esa planta; la hizo la cooperativa, pero la decisión la tomamos nosotros. Eran los años ‘80”, recuerda en una charla con Bichos de Campo.
“Como productor, eso significó que pudiera seguir haciendo maní, tener mayor valor agregado, y mayor ganancia”, sostuvo, para añadir que “con el tiempo tuve que agrandar mi explotación, porque con 100 hectáreas no me alcanzaba ¿quién me ayudo? La cooperativa. Para conseguir más campo, alquilar, financiarme…”, relató a continuación.
La cooperativa ayuda financieramente, con los insumos. “El productor debe guardar fidelidad y su mercadería debe ir a la cooperativa”, remarcó Borgonovo, haciendo hincapié también en el asesoramiento que brinda la entidad para que el productor optimice sus recursos y decida según sus necesidades y el tipo de suelo. Los técnicos de las cooperativas también asesoran a los socios en la faz comercial, cuándo conviene vender, cuándo comprar insumos.
Las cooperativas son un grupo económico, y la Asociación de Cooperativas Argentinas es fuerte. “La única manera de competir con los grandes, con las multinacionales, es uniéndonos. Primero se unen los productores para formar la cooperativa, y después, entre todas las cooperativas se formó la ACA. Y lo que nosotros pretendemos es conservar la fidelidad”, apuntó el presidente.
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“Tenemos algunas trampitas, como dar algunos créditos a las cooperativas asociadas a la mitad de la tasa, pero son métodos que acordamos para convencerlas de comercializar con la ACA”, legitimó Borgogno.
Por otra parte, destacó que el sistema es muy democrático porque todas las cooperativas están representadas en el Consejo de Administración, anualmente hay asamblea y cambio de autoridades. “El camino está allanado para que las cosas se hagan en base a lo que pretendemos los productores. Permanentemente debemos estar controlando y para eso nos preparamos”, explicó, para comentar que esa preparación la realizan en la Fundación Nodos, conformada por la propia ACA, La Segunda Seguros, Avalian y Coovaeco, inspirados en la Fundación Mondragón, de España.
“Lo que pretendemos es el bienestar de nuestros socios, para que puedan seguir manejando la cooperativa, que cada vez se hace más grande”, sintetizó Borgogno, lamentando que en la historia vernácula hubo casos de cooperativas que dependían de una sola persona y no terminaron bien.
Por último, remarcó que ponen empeño en formar a la dirigencia joven porque en algún momento deben hacerse cargo.
El movimiento cooperativo, es uno de los pilares más importantes del país, representado por entidades de primer grado como la ASOCIACION DE COOPERATIVAS ARGENTINAS y sus entidades adheridas..