Para el veterinario y productor Sergio Mundet, la Cabaña Don Riquin es mucho más que un establecimiento ganadero. Creada en honor a su tío abuelo Carlos “Riquin” Fernández, que formó parte del grupo de productores que impulsó la marcación de los primeros rodeos bovinos en la provincia de Chubut, esa estancia refleja la pasión por la ganadería que -para él-, “solo la entiende quien realmente la practica”.
“Un grupo de productores del que él formaba parte tuvo la loca idea de hacer los primeros rodeos de la zona. Hace 35 años marcaron a sus primeros animales y ahí arrancó la cosa. La cabaña Hereford un poco se la debo a él, que prácticamente me dio las primeras armas que yo aprendí como cabañero: cómo elegir toros, cómo producir”, contó Mundet a Bichos de Campo.
Aquel trabajo de Carlos Fernández se centró en el establecimiento Futaleufú, aunque él era originalmente oriundo de la zona de Victorica, en la provincia de La Pampa. Cuando logró tener su propio rodeo, su sobrino nieto Mundet se ubicó en el valle de Sarmiento, al sur de la provincia.
“Antes estaban las vacas pero no había cabañas ni rodeos registrados. Nadie estaba asociado con Hereford ni marcaba a sus animales. Muchos trajeron sus vaquillonas desde el norte y crearon su propia experiencia. Más adelante comenzó la producción de embriones propios, las transferencias embrionarias y formaron sus rodeos pedigree. La cosa se fue desarrollando cada vez más”, relató el veterinario, quien hoy además se desempeña como presidente de la Sociedad Rural de Sarmiento.
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-¿Qué cosas crees que han cambiado en la producción desde que eras un joven que transitabas el campo hasta el momento en que decidís tener tu propia cabaña?
-Con respecto a la genética, Hereford acá tiene mucha historia y hay cabañas de muchos años. La raza ya estaba y las cabañas producían a nivel local. La demanda era regular hasta que cerró la barrera sanitaria y todos los vientres de Río Negro, mayoritarios acá en Patagonia, necesitaron de esos toros que no podían ser traídos desde Buenos Aires. Ahí entramos en ese mercado y empezamos a producir toros con ese fin, producción que se triplicó. Gustaba mucho el toro sufrido, de pasar inviernos con nieve. En los montes de Río Negro los toros se desempeñaban perfectamente y la gente buscó esos toros. Allí la ganadería un poco se reconvirtió. El ovino que tiene sus altibajos y la gente fue cambiando para el bovino.
-¿Considerás que el bovino ofrece mayores certezas, mayor tranquilidad a la hora de producir, respecto a la producción ovina?
-Hay sectores en los que puede entrar la oveja solamente y no podés poner vacas. Cuando es más meseta, el bovino necesita cierto volumen de pasto y calidad, por lo tanto en algunos sectores no se pueden poner bovinos. Pero en donde se podía poner vacas y había más ovejas sí. El mercado de la lana es aleatorio, depende de la exportación, depende del dólar, depende de valores internacionales. Entonces hay años que son muy buenos y otros que son regulares o malos. El cambio el bovino tiene una estabilidad, que si bien no es muy buena tampoco es muy mala. Eso hizo que donde se pudiera poner vacas, se colocaran más.
-¿Qué obstáculos reconocés en la producción, en tener una cabaña, en esta región del territorio nacional?
-Posiblemente las distancias. Hay momentos del año, como en el invierno, en que tenemos que suplementar con concentrados, balanceados o granos y los tenemos que traer de La Pampa Húmeda. Hoy en día tenemos grandes problemas de fletes y gasoil. Ese costo incide bastante y se nos encarece un poco la producción.
-Aparte hay que proyectar a largo plazo el manejo.¿ Ustedes planifican con varios meses de anticipación para atajarse a cualquier eventualidad?
-Es así. Y a veces al tener mayores costos, si bien a veces se consiguen mejores precios que en otras zonas, el margen de ganancia no es tan grande. Pero bueno, uno lo hace esto con pasión y con ganas. La ganadería y sobre todo la parte de cabañas es una pasión que llevamos. Quien la practique sabe de esto porque se lleva en el corazón. Muchas veces cuando los números no son tan buenos, seguimos igual. El criador es así, ya está pensando en qué toro va a usar para inseminara a fin de año, y cuando uno está inseminando está pensando en qué toro que va dentro de tres años.
A continuación, Mundet agregó: “Tenemos los toros que van a salir a la venta, tenemos los terneros para el año que viene y estamos pensando en qué toro o semen vamos a usar para el próximo servicio. Son ciclos muy extensos que uno los hace apasionado, porque esto solo lo entiende quien realmente lo practica”.
-¿Crees que tu tío abuelo estaría contento? ¿Crees que se sentiría orgulloso?
-Seguro, muy contento. Él se crió entre las vacas en La Pampa y después se pudo reconvertir acá. Seguramente estaríamos compartiendo muchas cosas juntos.
Excelentes notas las de Sergio Mundet y Jimmy Peede