La Bolsa de Cereales de Buenos Aires estimó durante la tarde de hoy una buena intención de siembra de trigo, que de concretarse, sería la segunda más alta en 22 años, ya que los productores apostarían fuertemente a sembrar el cereal en busca de una recuperación luego de de las magras cosechas de las últimas campañas.
En ese sentido de la información, la entidad porteña estimó que la siembra de trigo abarcaría 6.700.000 millones de hectáreas, “representando una expansión interanual de 600 mil hectáreas y un 4,7 % por encima al área promedio de las ultimas 5 campañas”. De esta forma afirmaron los especialistas que de concretarse dicha proyección, la superficie esperada para la campaña 2023/24 sería, junto a la campaña 2021/22, la segunda más alta de los últimos 22 años, ya que en ese entonces se sembraron 7 millones de hectáreas, apenas por encima de lo esperado para este año.
Asimismo, destacaron que esta cuota de optimismo queda supeditada a lo que tiene que ver con el clima de las próximas semanas, que parece mostrarse ahora como favorable para las labores mencionadas. De acuerdo a los registros pluviales y los mapas de reserva de humedad en suelo, falta agua en el norte de la región productora, y el entusiasmo vendría del sur.
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En ese punto en concreto, y bajando un poco las expectativas de los porteños, tanto la Bolsa de Comercio de Rosario como la de Entre Ríos, en sendos informes, vaticinaron que la cosa no parece pintar tan bien para el trigo, ya que aún no están las condiciones de humedad adecuadas. En concordancia, la Bolsa de Cereales de Córdoba había advertido días atrás que la estimación estaría por debajo de los promedios históricos para aquella provincia.
Desde Rosario los informes técnicos elaborados marcan que “el 80% de los suelos de la región núcleo están en sequía y escasez hídrica, y requieren al menos 80 a 120 milímetros de lluvias. A un mes de la siembra, hay una señal clara de bajar trigo a pesar de la necesidad financiera que obliga a muchos sembrarlo como sea”, es por eso que declararon que “la intención de siembra podría caer entre un 15% a un 60%”.
“Faltan lluvias que recarguen los perfiles”, dicen desde Cañada de Gómez. Sin embargo, el quebranto económico del sector tras la sequía, obliga a muchos a sembrar trigo aún sin disponer del agua mínima requerida en los suelos.
Desde Arroyo Dulce lo explican así: “Hoy no están dadas las condiciones para sembrar, faltan muchos milímetros para tener condiciones de siembra. Pero las intenciones son de aumentar la superficie triguera. Esto es estrictamente por necesidad financiera; el que pueda elegir, optará por no sembrar”.
En General Pinto necesitan entre 150 a 200 mm de lluvia, “de lo contrario el área se reducirá un 60%”, advierten. En Marcos Juárez la baja sería de un 15% respecto al año pasado. Los técnicos recomiendan tomar las decisiones en base al nivel de agua útil de los suelos.
Desde el extremo-sur santafecino afirman que si no cuentan con un 80% de capacidad de campo no van a sembrar el cereal de invierno.
La Bolsa de Rosario simuló lo que pasaría si las lluvias cumpliesen a rajatabla con las estadísticas hasta fines de mayo: El resultado muestra que solo en los mejores casos, la capacidad de campo (para una pradera permanente y para el primer metro) llegaría al 60%.
Algo similar informó la Bolsa de Entre Ríos, quienes afirmaron que el productor “está monitoreando el comportamiento de las lluvias, ya que existe una relación entre las perspectivas de rendimiento del trigo y las reservas hídricas en el perfil edáfico al momento de la siembra”.
Si bien, según sostiene el informe semana del SIBER de dicha entidad entrerriana, en la región entre los meses de febrero y mayo existe una recarga hídrica importante, ya que la precipitación promedio acumulada en estos meses se sitúa en 450 mm, para alcanzar un promedio de 3.200 kg/ha (bajo la condición de un paquete tecnológico medio y si no surgen problemas severos de enfermedades fúngicas) se requiere un mínimo de acumulado de 330 mm.
“Del 01 de febrero al 20 de abril la lluvia promedio acumulada en la región fue de 225 mm, si bien hubo un interesante aporte en el mes de marzo, lamentablemente las tendencias indican que el mes de abril cerrará con valores inferiores a las normales”, destacó en su reporte la entidad.
“En ningún departamento la lluvia promedio acumulada ha llegado al valor de 330 mm” resaltó el SIBER, mientras que consideró que el departamento mejor perfilado es Concordia, con promedio cercano a los 300 mm, pero se detectan sectores con valores mínimos de 210 mm y máximos de 375 mm.
Algo parecido informa Córdoba, que de acuerdo a sus datos la siembra sería inferior a lo histórico, a la espera de nuevas lluvias durante los próximos días que podrían hacer cambiar estos números.