El Dólar Soja vino a complicar más las cosas para muchas producciones regionales, que usan al poroto y sobre todo a sus derivados como insumos. Entre ellas la producción porcina, que ya soportó las dos versiones anteriores de esta medida tomada sólo en función del beneficio de las cuentas públicas.
Los productores de cerdos dicen que la decisión del Gobierno los afecta fuertemente, aunque siguen viendo con buenos ojos la demanda interna del producto, y la evolución del negocio en el mediano plazo.
Jorge Amado es productor de cerdos y vocero de la flamante Federación Porcina, que agrupa a los que formaban parte de la Asociación de Productores y a las cámaras provinciales.
Su rol como productor arrancó hace unos años. Primero puso en funcionamiento galpones de engorde pollos. Esa empresa está integrada a la avícola Tres Arroyos, y luego se metió con los porcinos. Pero su actividad en las cadenas agroindustriales arrancó mucho antes.
Entró a Cargill de muy joven, a los 16 años, y cumpliendo funciones como cadete, estudió y desarrolló toda su carrera en la multinacional, hasta terminarla 41 años más tarde como vicepresidente de la compañía.
Llegó a lo más alto de una de las grandes empresas exportadoras, y tras conocer al dedillo el negocio de la agroexportación, ahora tiene dos empresas que consumen granos y los transforman en proteína animal.
A Jorge Amado se le venía el retiro y planeó su transformación con anticipación. No quería quedarse en su casa disfrutando de una buena jubilación, así que organizó las dos empresas en la que trabajan también sus hijos y otros familiares.
La granja avícola tiene máximas condiciones de bioseguridad, ubicada en San Vicente y según contó “es muy moderna y cuenta con 8 galpones y mucha tecnología. Por eso fuimos elegidos por Tres Arroyos como proveedora de los pollos para la exportación, que es un pollo más chico que el que se vende para el consumo local”.
Amado explicó cómo fue que se decidió a seguir su carrera pero no ya en la comercialización de granos, sino en su transformación.
Escuchá la nota completa con Jorge Amado:
“Mi carrera me permitió conocer productores en diferentes partes del mundo, y me di cuenta que en la producción porcina y avícola teníamos grandes oportunidades al transformar la energía, el maíz y la proteína vegetal que es la soja, en proteína animal y exportarla en un contenedor con carne, lo que es un generador de mano de obra enorme. Lamentablemente no se dio, pero sí hubo un gran incremento del consumo de esas carnes”, señaló a este medio.
“Lo que hacemos es transformar la energía, es decir el maíz y la proteína vegetal, que es la soja en proteína animal, con todo lo que eso implica en cuanto a agregado de valor y generación de mano de obra”, agregó Amado.
El productor cree que el porcino tiene muchísimo para seguir creciendo: “A mí me gusta decir esta frase: ´el cerdo no es un negocio con futuro, es el negocio del futuro. Ss transformar proteína vegetal y energía vegetal en proteína para el mundo. Y eso es lo que se va a necesitar”.
En la granja porcina tiene todos los procesos productivos, desde la genética a la producción de capones, y su terminación y la producción del alimento balanceado necesario para esa hacienda.
Amado se refirió también al Dólar Soja y su impacto en el sector. “Venimos del dólar soja 1 y 2, donde tuvimos un incremento de costos, pero además tiene un efecto secundario, ya que el agricultor aprovecha esos mejores precios y no vende maíz. No solamente se encarece la soja,
Al mismo tiempo, el especialista subraya: “En la primera versión no nos quisieron escuchar, y con el segundo nos dieron una compensación limitada en cantidad de animales, pero en realidad todos hicimos el trabajo de mostrar la documentación correspondiente. Eso lleva 60 días y todavía no cobramos nada. Nos dicen que lo tiene la AFIP, que ya sale, pero no sucede, con el costo del dinero tenerlo congelado no tiene el mismo impacto”.
Amado dice que de los 2.800 productores que tiene el sector, 2100 son pequeños: “Tienen pocas madres y con tres versiones del Dólar Soja la situación para a ser crítica. Esto directamente los saca, nos vamos a quedar sin productores, el efecto es negativo y uno habla, pero parece que no nos entienden”.
El Dólar Soja incrementa los costos, “en torno a los 40 pesos por kilo, por lo que tomando la conversión promedio de 2,80, estaremos en 300 pesos de costo alimenticio para producir un kilo. Te queda un diferencial de 15% para pagar impuestos, servicios, salarios, cargas sociales. A los que somos eficientes nos va a poner en punto de equilibrio, y los que no están en esa eficiencia quedan en saldo negativo”.
A este problema se suma el diferencial de IVA. La carga está grabada con el 10,5% pero las inversiones que hace el sector con el 21%, ese diferencial “es irrecuperable”.
Eso no se refleja en los números duros del sector, que engañan a simple vista ya que indican que el año pasado volvió a crecer la producción y el consumo pero, dice Amado, con cada vez menos productores si continúan estas políticas.