Las autoridades de la Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas (Facma) solicitaron en noviembre pasado una audiencia con el ministro de Economía Sergio Massa. Sin respuesta. Volvieron a realizar el requerimiento en enero. Sin respuesta.
Pero no pierden las esperanzas y en el presente mes de marzo reiteraron el pedido de audiencia con Massa. Quizás la tercera es la vencida.
El motivo de tanta insistencia es que, frente al desastre climático, los contratistas están solicitando que la próxima cuota de los créditos tomados para compra de maquinaria agrícola sea transferida a la última del plan de pagos, de manera tal de contar con oxígeno financiero en el transcurso del presente año.
En la carta enviada al ministro los representantes de Facma aclaran que no están solicitando una refinanciación, sino una normativa específica que postergue el próximo pago de los créditos en curso tanto otorgados por entidades públicas como por bancos privados.
Los valores de tarifas orientativas publicados por Facma indican que para un rendimiento de soja de 20 qq/ha, el servicio de cosecha debería abonarse en 19.186 $/ha. En cuanto al maíz, con un rinde de 50 qq/ha –si se logra cosechar eso– el valor debería ubicarse en 22.857 $/ha.
La realidad es que, frente a la escasez de granos que habrá en el presente año, los precios de las tarifas de cosecha tenderán a caer en línea con la creciente competencia que habrá entre contratistas.
El problema de implementar derechos de exportación, retenciones cambiarias, retenciones encubiertas (fideicomisos), cupos de exportación y distorsiones comerciales (dólar soja y alteración del sistema de DJVE en cereales), es que la depresión de precios de los granos termina afectando a la compleja y extensa red de proveedores de bienes y servicios que dependen de los ingresos de las empresas agrícolas.
Nota FACMA