Pocos saben que la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) es la principal “originadora” de granos del país, superando a las grandes multinacionales del negocio agrícola. ¿Qué quiere decir? Que la primera red de acopios donde se almacenan los granos, cerca de las zonas donde se cosechan, pertenecen a esta gigantesca empresa de la economía social.
Ese dato nos puede inducir a un error, que sería pensar que el mundo cooperativo es sinónimo de economía primaria y no de valor agregado. Pues para refutar esos pensamientos basta con hablar un rato con Víctor Acastello, que es subgerente general de ACA y cuyo nombre es sinónimo de buscarle la vuelta industrial a las materias primas. Como buen cordobés, Acastello nos recibió con un marlo de maíz en la mano. A él también le hicimos la broma de que habíamos heredado 1.000 hectáreas de campo y no sabíamos qué hacer con ellas.
“Primero tenés que definir el modelo de negocio que querés. Y ahí hay expertos en ese tema; dentro del sistema cooperativo tenemos mucho que decir. Si yo tengo que hablar de agricultura, tengo que buscar la mayor productividad posible con el menor uso de insumos. Claramente sabemos que hay inclemencias climáticas. Si tenés buena agua subterránea, con una pequeña inversión adicional se puede pensar en una parte de ese campo agrícola con riego”, nos recomiendo Acastello, que sabe que el valor agregado no comienza con la venta del grano sino mucho antes, en pleno campo.
Por eso, considera que la integración de la agricultura y la ganadería sería un gran avance. “La ganadería requiere de reservas. En estos años la reserva desaparecieron para la ganadería y el productor tiene que vender sus planteles ganaderos que tanto cuesta armar. Por eso armaría una base de por lo menos unas 100 o 150 hectáreas. Seguramente tiene un alto retorno esa inversión”, aseguró.
Como tercer paso para una intensificación dentro del propio establecimiento, Acastello cree importante marchar hacia “una agricultura por ambiente”, para la que en ACA también tienen desarrollos propios. “ACA Mi Campo es una herramienta que tiene módulos de gestión donde vos planificas toda la producción insumo por insumo, y hasta para calcular luego hasta la huella de carbono de cada lote, porque a la larga, para vender tu producción con más valor agregado vas a tener que certificar cómo hiciste esa producción agrícola y ambientarla por lote”, indicó el especialista.
Mirá la entrevista con Víctor Acastello:
-¿Actualmente las cooperativas brindan todas esas herramientas de agricultura digital y análisis de mapas satelitales?
-Hay cooperativas que brindan esos servicios. Luego con esos mapas y análisis de suelos podés programar tu siembra según los distintos ambientes, para aplicar la dosis de semilla justa. También se programa la fertilización. Las cooperativas dan el servicio de fertilización variable, para fertilizar lo que corresponde, según ese mapeo que se va enriqueciendo con el tiempo, con los sucesivos mapas de cosecha.
Acastello cree que también las cooperativas deben subirse al tren de la agricultura digital porque “en los próximos cinco años esas herramientas se van a masificar”.
-¿Y qué hago una vez de resolver el esquema agronómico?
-Para lograr la mejor rentabilidad para tu campo, es clave manejar muy bien la gestión económica. ¿Cuándo comprar? ¿Cuándo vender? Por eso el manejo del capital de trabajo por parte del productor es crucial, porque el productor que malvendió la soja no aprovechó las mejores oportunidades. Y lo mismo con el maíz,.
-¿La cooperativa en general suele asesorar o recomendar una buena estrategia comercial?
-ACA asesora a las cooperativas, porque las cooperativas toman decisiones de inversión cuando el productor decide vender y las cooperativa asesoran a sus productores. Pero después tenés una nueva herramienta importante que se llama ACA Valores. Cuando vos decidiste vender la pregunta es qué hago con la liquidez. Esta herramienta te permite la cobertura en el Matba-Rofex, y te permite invertir en bonos, en fondos comunes de inversión. Hay productores que son sofisticado y que trabajan muy bien las finanzas. No es solo producir, también es la gestión económica financiera.
Luego de recomendarnos aplicar también un buen esquema de rotaciones para cuidar el recurso suelo y hasta para mejorarlo, el directivo de ACA nos confesó por qué su preferido entre los cultivos es el maíz. “Yo diría que es la estrella de la economía global. Es muy bueno para el productor, es muy noble y es bueno para Argentina en general, en materia de agregado de valor”, enumeró.
-¿Pero qué sacas del maíz?
-Depende del tipo de molienda. En el caso de la empresa que tiene ACA, que se llama ACA Bio y es una cooperativa formada por ACA y 60 cooperativas, del almidón sacamos el bioetanol que se mezcla con las naftas. Uno de cada 33 autos en toda la Argentina funciona con combustible de la planta de Villa María. Digo 1 de cada 33 porque ACA Bio abastece 3 de los 12 puntos porcentuales para el corte con bioetanol. Pero luego del maíz además queda la proteína. La materia grasa son los granos destilados y solubles que son la burlanda. ¿Para qué sirve? Para la nutrición de las vacas de los productores de leche o de los productores de carne. En Estados Unidos va para aves, para cerdos. Acá no alcanza la burlanda disponible. Si se duplicara la producción de nuestra planta de bioetanol de maíz tampoco alcanzaría la burlanda.
-¿Entonces allí hay todo un camino para agregar valor?
-Enorme, enorme. Y aparte sacamos parte del aceite con destino a biodiesel o para la industria de las pintura, etcétera. Y hasta recuperamos parte del dióxido de carbono, ese que está dentro del grano del maíz, que cuando vos rompés el grano a la salida del fermentado usualmente se ventea. Ahora una parte se lo recupera, se lo purifica y se lo vende para la industria de las bebidas gasificadas, o para la industria del litio, para el carbonato de litio, para la industria de los matafuegos. O sea, tiene múltiples usos. Y eso que estamos hablando solo de la molienda seca, donde el etanol es la base. Si se entra en el mundo de la molienda húmeda, que hay varias plantas en Argentina, son otros los productos que te agrega el maíz.
-¿Entonces si como productor me quiero subir al tren del valor agregado tengo que tener algo de maíz?
-Totalmente, y a medida que haya más agroindustria vale más. (Antes de que ACA levantara su planta de bioetanol) en Villa María se vendía siempre el maíz a los precios de Rosario menos 15 dólares. Hoy se paga el maíz pizarra más 3 a 5 dólares. Es que todos los días se necesitan 2100 toneladas de maíz para moler. Son industria que no pueden parar. Ahí trabajan 340 día en el año. Paran tres semanas para mantenimiento, nada más. Entonces, al haber más industria como em Río Cuarto, como en Alejandro Roca, como en Villa María, la presión que ejerce la demanda hace que la oferta que el productor se ponga más firme. Y entonces dice “ahora mi maíz vale más”.
Gracias