Un escozor gélido comenzó a correr este martes en la cadena lechera ante la aparición de rumores que hablan de restricciones a las exportaciones de lácteos con el propósito de disciplinar a las empresas del sector.
Matías Tombolini, el actual secretario de Comercio de Sergio Massa, a pesar de que públicamente criticó muchas veces aquellas actitudes de su antecesor en el puesto, ahora estaría implementando la misma receta.
“No me consta una medida contra las exportaciones, aunque existen rumores en el mercado”, apuntó Ercole Felippa, titular del Centro de la Industria Lácteas (CIL), a Bichos de Campo.
“Si llegasen a ser ciertos, representarían un medida que terminaría provocando una caída de la oferta de leche, lo que redundaría en menos producción y menos exportaciones de lácteos; eso ya lo hemos padecido en otras épocas y los resultados fueron siempre los mismos”, añadió.
Los integrantes del Centro de la Industria Lechera enviaron un pedido de audiencia a Tombolini con el propósito de averiguar si existe un cambio de política hacia el sector, que en los últimos tres años logró exportar sin mayores inconvenientes a cambio de realizar un aporte significativo de productos al programa oficial de precios máximos (antes “Precios Cuidados” y ahora rebautizado como “Precios Justos”).
El ajuste de precios de los productos básicos contemplados en “Precios Justos” se realiza en base a una fórmula que para el primer semestre del año contempla un rango de 18% a 21%, es decir, una cifra muy baja respecto de la expectativa de inflación minorista promedio del 96,7% anual para 2023 publicada por el último documento REM del Banco Central (BCRA).
El problema es que Tombolini pretende además que el resto de los productos básicos no contemplados en “Precios Justos” tengan en promedio un ajuste mensual de hasta el 3,2%, lo que daría una actualización anual inferior al 40%.
“Con los distintos secretarios de Comercio Interior hemos manifestado siempre nuestra vocación de colaborar con la coyuntura, pero dentro de un esquema que sea sostenible y viable”, remarcó Felippa.
El problema –que no afecta sólo a los lácteos, sino a todos los productos de consumo masivo– es que, si el criterio de Tombolini se impone, las empresas pasarían de subsidiar una parte de la góndola a toda la extensión de la misma, algo que, en cuestión de meses, provocaría quebrantos generalizados.
Mientras tanto, la Secretaría de Agricultura se encargó hoy de resaltar las contribuciones realizadas en el marco del programa “Impulso Tambero”, las cuales, en los hechos, representan un aliciente mínimo para una porción de los tambos.
De todas maneras, es muy probable que en el relato oficial se considere que los subsidios aportados por “Impulso Tambero” sean suficientes para planchar el precio de la leche y posteriormente hacer lo propio con los valores mayoristas de los lácteos, sin advertir que el impacto de la inflación es generalizado en toda la estructura de costos.
Tristesa generan las politicas que estan implementando dia a dia para un unico beneficio . Generar mas pobresa y poder juntarla para su campaña politica desde los catorce añoos trabajo nunca vi tanta inoperancia junta y lo mas trite que seguimos votando la decadencia politica que nos gobierna desde el comienso de la democracia
Web de garcas.