El volumen de los productos de origen granario que se embarcaron para su exportación, tuvo una caída durante el año pasado, registrando un mínimo en cuatro años de acuerdo a lo que informó la Bolsa de Comercio de Rosario.
Es que la entidad santafesina relevó dichos embarques, y luego de analizarlos detalló que durante el año precedente, la cantidad de granos, subproductos y aceites alcanzó los 93,5 millones de toneladas, siendo 60,2 millones de toneladas de granos, 28 de subproductos (harinas, pellets y expellers) y 5,3 de aceites. Esto representó una caída del 7% en relación con 2021.
Si se repasan los registros de los últimos años, lo embarcado en 2022 fue casi 7 millones de toneladas por debajo del récord que se marcó el año 2019, cuando se llegaron a embarcar 100,5 millones de toneladas desde nuestros puertos. Sin embargo, si se lo con los últimos años, el volumen de mercadería despachado se ubica un 11% por encima del promedio de los últimos cinco años.
En este sentido, si se desgranan los guarismos por tipo de productos, el total de granos despachados totalizó 60,2 millones de toneladas, exhibiendo una caída de apenas el 1% con respecto del año previo, y posicionándose como el tercer mayor volumen histórico para Argentina. En cuanto a los subproductos, los embarques del último año sumaron 27,9 millones de toneladas, cayendo un 13% con respecto al año previo. Los aceites vegetales son los que más cayeron en la comparación interanual; en el 2023 se despacharon 5,3 millones de toneladas al exterior, 29% por debajo del 2021 (año récord) y el menor registro desde el 2018.
Sobre estos datos, desde la Bolsa de Rosario analizaron: “Este desempeño dispar entre las tres categorías se explica por diversos factores. El buen volumen que se pudo mantener en los embarques de granos, se debió principalmente a las buenas cosechas de maíz y de trigo en la campaña 2021/22, granos que se embarcan mayormente sin procesar. El maíz fue el principal grano cosechado en el año que acaba de terminar, con la merma en los rendimientos producto de la sequía, siendo mayormente compensada por una mayor área destinada al cultivo, dando una caída en la producción entre campañas de apenas un 2%”.
Por el lado de los aceites y los subproductos de la molienda, su merma se explica fundamente en la magra campaña de soja en 2021/22. “La producción de soja, que usualmente se envía al exterior procesada, es decir, como harina/pellets y como aceite, se vio más afectada por la falta de lluvias del verano pasado y por la merma en el área sembrada, lo que provocó una caída en su producción en torno al 6% vs. el ciclo anterior” informaron.
Considerando los embarques tanto de granos como de subproductos y aceites, las terminales del Gran Rosario despacharon 69,1 millones de toneladas, un 74% del total embarcado, conservando su papel de liderazgo en exportaciones agroalimentarias. La zona de los puertos de San Lorenzo (que incluye las localidades de Timbúes, Puerto Gral. San Martin y San Lorenzo) representó el 56% de los embarques nacionales, mientras que la zona de Rosario (que comprende a las terminales de Arroyo Seco, Gral. Lagos, Alvear, Rosario y Villa Gdor. Gálvez) dio cuenta del 18% del total de despachos desde puertos del país.
Asimismo, desde la BCR describieron que a pesar de que los puertos del Up-River (gran Rosario) mantienen su hegemonía, “una cuestión que resulta importante remarcar es que la participación de éstos sobre el total de embarques argentinos fue la más baja en los últimos 20 años en 2022. La participación del Gran Rosario se ubicó en los últimos tres años en un promedio del 77%, habiendo alcanzado el 82% en el año 2019.
La menor participación se debe en parte a la mayor participación relativa de los embarques de granos, más repartidos a lo largo de los puertos fluviales y marítimos del país, y a la aguda situación de bajante del Río Paraná durante gran parte de 2022, que obligó a los operadores a relocalizar cargas hacia el sur.