La actividad del Congreso de la Nación durante 2022 ciertamente deja un gusto amargo en la boca. Hubo menos sesiones, se trabajo poco en comisiones y la cantidad de leyes sancionadas, que en su mayoría se correspondieron con días nacionales, donaciones y expropiaciones, dan cuenta de una institución aletargada e improductiva, a pesar de que la cuantiosa erogación presupuestaria de la que dispuso.
Las razones para este desempeño atípico, al menos en la comparación al de otros años, pueden encontrarse en el reciente informe de la Fundación Barbechando.
En primer lugar hay que señalar que se registró una demora histórica en la conformación de comisiones, que en algunos casos se extendió hasta mitad de año, y hubo algunas que siquiera llegaron a tener una primera reunión en todo 2022. Agricultura fue una de las comisiones que más tardó en conformarse y la de Energía y Combustibles nunca inició sus funciones.
En números, según datos recolectados por la Fundación, en 2022 se presentaron 3.168 proyectos; se realizaron 498 reuniones en comisiones; se efectuaron 23 sesiones en el recinto (dos de ellas no obtuvieron quórum), y se sancionaron 37 leyes. Todo eso en el marco del recibimiento de una partida presupuestaria de 54.000 millones de pesos para que funcione el Poder Legislativo.
De esas 37 leyes sancionadas, 49% fueron días nacionales, donaciones, expropiaciones y acuerdos. Otro 27% correspondió a proyectos vinculados a Salud, Cultura, Seguridad, Capacitación y 13% de Finanzas, incluido el aumento de impuestos. Sólo el 11% de las leyes sancionadas fueron regímenes o fomento de la producción.
En lo que respecta a la agenda de interés de la agrobioindustria, solo 3 proyectos fueron sancionados: el de Cáñamo Industrial y Cannabis Medicinal, el de Bio y Nanotecnología y el de Resistencia Antimicrobiana.
¿Por qué tan pocos proyectos llegaron a ser aprobados? Según Barbechando responde a la difícil tarea de lograr acuerdos a largo plazo.
“Las diferencias entre las dos principales bancadas son evidentes. Cada sesión terminó siendo un espacio de cuestiones de privilegio, donde los diferentes espacios aprovecharon para comenzar a diferenciarse de cara a la elección presidencial del 2023. Aunque no sea oficial, la campaña electoral, ya empezó”, indicaron.
Incluso no lograron imponerse las mayorías automáticas. En Diputados, en particular, la existencia de dos bloques con casi idéntica cantidad de integrantes (118 Frente de Todos y 116 Juntos por el Cambio), imposibilitó alcanzar el quórum en varias sesiones. Los partidos provinciales y federales no lograr quebrar esa situación y las terceras vías tampoco pudieron imponerse durante las negociaciones.
La estadística lo evidencia. De los más de tres mil proyectos ingresados en mesa de entrada en el año, sólo 57 lograron obtener media sanción, y solo 37 su sanción definitiva, cuando casi 600 se trataron en comisión. Es decir que en promedio sólo el 1% de los proyectos alcanzaron su cometido de convertirse en ley.
La situación de mayor tensión para el sector en el ámbito legislativo estuvo vinculada al debate del Presupuesto, ya que un artículo incluido en ese proyecto -aquel de las facultades delegadas que proponía aumentar los Derechos de Exportación en trigo, maíz, leche, carne y economías regionales- desencadenó numerosos reclamos y hasta acciones legales.
En lo que respecta a las próximas actividades, el gobierno confirmó la convocatoria a sesiones extraordinarias a partir del 23 de enero, pero teniendo en cuenta la actividad de los años anteriores esto no sería garantía de mayor trabajo. De hecho, el bloque opositor ahora ha dicho que no prestaría quorum mientras el gobierno siga atacando a los integrantes de la Corte Suprema.
El temario, que debe ser definido por el Ejecutivo nacional, incluiría según Barbechando dos agendas: “la política (Juicio político a la Corte Suprema, reforma de la ley de coparticipación, blanqueo de capitales y moratoria previsional) y la productiva (monotributo tech, fomento de las exportaciones agroindustriales y energía)”.
La ley de fomento a las exportaciones sería uno de los proyectos ubicados en la lista de prioridades de Sergio Massa y podría ser incluido en las sesiones veraniegas. De no concretarse esto, el mismo perderá estado parlamentario y debe comenzar su tratamiento de cero.
Otros proyectos en danzas son el de Humedales (cuenta con dictamen de comisión y está en condiciones de ser tratado en el recinto) y el de Maquinaria Agrícola (el régimen de fomento estaba por dictaminarse en plenario de comisiones pero el asueto del 20 de diciembre truncó sus chances). El de Emergencia Agropecuaria y Crédito Agropecuario deberá ser despedido ya que se instaló en comisiones pero al no lograr avance en su debate perderá su estado parlamentario.
Mirá el informe completo acá:
Balance Legislativo 2022 - Barbechando
“Los proyectos presentados vinculados a la AgroBioIndustria, representan menos del 10% del total de las iniciativas. El 70% de esa agenda está vinculada a: Ambiente, Economías Regionales, Emergencia agropecuaria, Derechos de Exportación y Agricultura. Con respecto a la autoría de los proyectos, casi el 50% provienen del Juntos por el Cambio, el 40% del Frente de Todos y el 10% de terceras vías”, detallaron desde la Fundación.
En cuanto al panorama del 2023, siendo un año electoral se espera que el Congreso trabajé a media máquina como es la costumbre. El desdoblamiento de las elecciones provinciales también será otra limitante, ya que generará que haya elecciones casi todos los meses y dificultara la presencia de los legisladores en Buenos Aires.