Como regalo de fin de año, el gobierno publicó en el Boletín Oficial el decreto 861/2022, que es el que finalmente dispone la degradación y subordinación del área de política agropecuaria del Estado al Ministerio de Economía, una modificación que se decidió con el ascenso vertiginoso de Sergio Massa en el Poder Ejecutivo, y que se pudo realizar con la silenciosa anuencia de los dirigentes de la Mesa de Enlace de entidades agropecuarias, que casi no patalearon cuando se planteó que Agricultura dejaría de ser un ministerio para pasar a ser una simple secretaria.
El decreto termina de consumar este cambio, que coloca a Agricultura, en un país agropecuario, muy por debajo de la jerarquía que tienen otros áreas de gobierno, como el Ministerio de la Mujer, el de Ambiente, o el de Turismo.
En los tramos que son de interés para los productores, este decreto confirma la poda feroz de la política social de la Secretaría de Agricultura, pues elimina de cuajo el área de Agricultura Familiar del organigrama correspondiente. Ese sector, dominado completamente por movimientos políticos y sociales ligados al oficialismo (en especial el Movimiento Evita), se convertirá en un Instituto que dependerá directamente de la Jefatura de Gabinete, en un intríngulis administrativo que seguramente deberá ser revertido en próximos años.
¿Y entonces? ¿Cómo queda la denigrada Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca?
Del Ministerio de Economía dependerá una Secretaría que actualmente está a cargo del entrerriano Juan José Bahillo.
De este secretaría dependerán varias Subsecretarías:
- La de Mercados Agropecuarios, que agrupa las funciones de la ex ONCCA con la administración de las cuotas de Exportación y las DJVE. Hoy está a cargo del contador Luciano Zarich.
- La de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional, que ocupa el viejo rol de la vieja secretaría de Alimentos y es comandada por Luis Contigiani.
- La Subsecretaría de Fortalecimiento Productivo y Sustentable para Pequeños y Medianos Productores Agroalimentarios es un desprendimiento de la anterior (el viejo área de Economías Regionales). Tratará de suplir la ausencia de Agricultura Familiar. Está a cargo de la ignota María de los Milagros Barbieri.
- Por suerte se mantiene la Subsecretaría de Agricultura, que se supone que tiene a su cargo el diseño de políticas específicas para los diferentes cultivos. La maneja Delfo Buchaillot.
- Lo mismo sucede con la Subsecretaría de Ganadería y producción Animal, otro baluarte histórico de la vieja Secretaría de Agricultura. El responsable es José María Romero.
- La Subsecretaría de Pesca y Acuicultura sigue en manos del santacruceño Carlos Liberman.
- La Subsecretaría de Gestión Administrativa es otra innovación en el nuevo organigrama, pues antes este área que maneja el presupuesto y el personal del organismo antes dependía directamente del ministro. Ahora está a cargo del ex INTA Rosendo Luis Tarsetti.
El artículo 3° del decreto es el que pega el recortazo final a la estructura de Agricultura, que además había perdido ya el poder. “Suprímense (…) el Objetivo 25 de la Secretaría de Agricultura y los Objetivos de su dependiente Subsecretaría de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena”, que como se dijo ahora serán un Instituto específico que dependerá de Juan Manzur, al menos hasta que este deje el gobierno y se vuelva a defender su papel en Tucumán, su provincia de origen.
Por otro lado, el artículo 6º, define las nuevas funciones que tendrá, dentro de la debilitada Agricultura, la reforzada Subsecretaría de Mercados Agropecuarios, que se ha convertido en la nueva área capaz de intervenir mercados, definir el impacto de las retenciones o multar o clausurar a operadores en las diferentes cadenas productivas.
Las nuevas funciones que incorporó el área manejada por el contador Zarich serán:
- “Asistir a la Secretaría en el control de la aplicación de los marcos regulatorios y el cumplimiento de las prestaciones de los servicios públicos del sector agropecuario que son brindados por el sector privado”.
- “Asistir a la Secretaría en lo relativo a la matriculación, registro y fiscalización de las operatorias de las personas humanas o jurídicas que intervengan en el comercio e industrialización de las distintas cadenas agroalimentarias y agroindustriales, ejerciendo las funciones de control, fiscalización y poder de policía previstas” por diferentes leyes.
Muy buena información. Asusta sí, la improvisación y el brutal desconocimiento de la presente gestión gubernamental de lo que debería surgir estrictamente de una planificación estratégica de un país con una economía casi fundacional agropecuaria y agroindustrial. Un panorama ineludible de alta complejidad para la próxima y nueva gestión.,para lo cual habrá que integrar los equipos de las personas más aptas en todo aspecto.
Muy buena información. Asusta sí, la improvisación y el brutal desconocimiento de la presente gestión gubernamental de lo que debería surgir estrictamente de una planificación estratégica de un país con una economía casi fundacional agropecuaria y agroindustrial. Un panorama ineludible de alta complejidad para la próxima y nueva gestión.,para lo cual habrá que integrar los equipos de las personas más aptas en todo aspecto. Si nos parece grande el desafío miremos hacia Ucrania, como se levantará de tanta destrucción.