El presidente de la Federación Agraria Argentina, Carlos Achetoni, redactó un extenso texto donde resume lo que dejó el año que se va, el 2022, y traza el panorama para lo que el cree “un 2023 poco alentador”, con especial hincapié en los productores agropecuarios.
Sobre lo que está por venir, Achetoni se muestra poco optimista, a la vez que lanza un fuerte pedido a la dirigencia política de estar a la altura de lo inminente: “El panorama para el 2023 no se ve muy alentador. El gobierno ya gastó a cuenta los dólares de las cosechas, que no tendrá en un año electoral. No sabemos cómo generarán los ingresos que necesitarán para salir adelante como país, ni cómo resolverán la tormenta perfecta que pareciera que se avecina, con altísima inflación, un escenario político poco claro y crecientes demandas sociales, consecuencia de la profundización de la pobreza”, escribió el líder federado.
A partir de ese enunciado, el texto continúa enumerando los pedidos que la entidad gremial entiende necesarios para el desarrollo rural, algunos históricos, y otros que indefectiblemente serán los reclamos a los que la política deberá echar una oreja: “No queremos dádivas, queremos que se nos den condiciones para trabajar. Sería deseable contar con créditos por producción, que se puedan implementar mecanismos de compras públicas y de mercados de cercanía, que beneficien a los productores de la agricultura familiar; también que se pueda quitar el IVA a productos de la canasta básica, que impacta en el poder adquisitivo de los argentinos. También hemos pedido que se modifique el sistema impositivo, por uno progresivo y distributivo. En cuanto a las retenciones a la soja, pedimos que se eliminen, y que hasta llegar a cero se establezca un mínimo no imponible desde abajo hacia arriba, desde las primeras toneladas de producción. Además, pedimos que se levante el cepo a la carne vacuna. Se deben frenar las medidas públicas que solo han favorecido la concentración, generando una expulsión de más de 5.000 productores por año, así como también el deterioro de los pueblos del interior”.
“Ojalá la política reflexione y termine la fiesta financiada por los que trabajamos”. exclama un Achetoni reflexivo y enojado.
Es en ese texto el presidente de FAA también monta el escenario donde está parado el ruralismo hoy, y lo que el gobierno de turno hizo (o no) para aportar a ese concepto: “En síntesis, en este diciembre se cumplen tres años de un gobierno que no nos ha dado ninguna solución ni respuesta a los productores genuinos. Que nos dio la espalda y sonrió al beneficiar a quienes nos llevan a la desaparición, mientras nos asfixia con impuestos, nos deja solos ante la emergencia y nos trata mal ante la sociedad. Accedimos siempre al diálogo, pero nunca nos escucharon. Por eso ahora en diciembre hemos reiterado, sin respuesta positiva, el tratamiento y respuestas urgentes sobre las consecuencias de la sequía. Ya no se puede culpar a la pandemia, ni a la guerra, ni a los “malos y especuladores”. Las respuestas tienen que provenir de las políticas en materia agropecuaria y económica, es una responsabilidad indelegable de quienes conducen nuestros destinos”.
También el dirigente gremial tuvo tiempo y espacio para hablar de lo que pasa puertas adentro de la Federación Agraria, algo que el resalta como positivo, y describe como “volver a la normalidad”, luego de la pandemia los avatares de la misma. “Hubo debate e intercambios, de los que creo que hemos salido fortalecidos como entidad, en base a nuestra heterogeneidad. Luego pudimos retomar las giras gremiales, realizando reuniones y asambleas en distintos distritos, escuchando como equipo a los productores de primera mano”, subrayó.
El manuscrito completo:
Balance Final Carlos Achetoni