“Todo empezó porque me gustan las plantas y como un hobby, como para seguir haciendo cosas luego de la jubilación… Y fue creciendo tanto que se convirtió en un emprendimiento”, cuenta César Quispe, ingeniero agrónomo que está al frente del vivero Planeta Verde ubicado en Pedro Luro, provincia de Buenos Aires, y especializado en plantas nativas.
“El crecimiento se dio sobre todo durante la pandemia porque me parece que la gente, para sobrellevar el encierro, se empezó a volcar a sus jardines y huertas, y entonces empezaron a pedir insumos, como plantines, humus, y asesoramiento a través del Facebook y del Wathsapp”, describe. “Además del vivero, que ya tiene 6 años, hacemos lombricultura porque desde siempre me interesó la idea de darle utilidad a los residuos orgánicos”.
Hombre inquieto y con ganas de hacer cosas, César también se sumó, hace 4 años, al grupo de turismo INTA/Cambio Rural Aguas Turísticas de Villarino, donde junto a otros emprendedores, buscan dar a conocer las bellezas de la zona, haciendo hincapié en los recursos naturales y rurales, complementar la economía familiar y “motorizar” al pueblo.
“Durante 5 años fui director de la Escuela Agraria de Hilario Asacsubi, que ya pertenecía al grupo Aguas Turísticas y me gustó la idea de continuar, porque juntarse y trabajar en equipo abre posibilidades, surgen oportunidades y uno se enriquece con el intercambio de experiencias con los compañeros; además se participa en capacitaciones, en ferias y eventos relacionados al agroturismo y la fuerza la difundir lo que uno hace se multiplica y es bueno para todos”, asegura.
Planeta Verde es un vivero especializado en plantas nativas. Uno de los motivos es que estas plantas, por estar adaptadas a la zona, requieren de menos cuidados y crecen con facilidad; otro de los motivos es para recuperar la flora nativa que tiene que ver también con la identidad del lugar y con la armonía del ecosistema, ya que sirven de refugio y de alimento a insectos y aves. Algunas de las que más se venden son barba de chivo, sen del campo, algarrobo y jacarandá.
“Desde siempre hemos estados acostumbrados a los jardines al estilo europeo y a las plantas exóticas, pero es una tendencia que ahora está cambiando y se está revalorizando la flora nativa”, reflexiona César. “Creo que cada vez más hay conciencia de la importancia de la flora autóctona para el equilibrio de la naturaleza que habitamos y es una forma de contribuir; las nativas le interesan en especial a la gente de la zona rural porque buscan algo rústico para el campo, algo que aguante y que no requiera muchos cuidados”.
Además de su actividad como viverista a César que gusta enseñar y estar en contacto con chicos y grandes. Es por eso que da capacitaciones en distintas instituciones y, sobre todo, charlas en colegios, que generan mucho interés. “En una escuela, luego de los cursos los chicos se pusieron a trabajar con las lombrices, empezaron a vender humus y lo recaudado era para hacer cosas en su establecimiento, así que fue una gran experiencia”, grafica. “Estas acciones son muy interesantes porque también educan a la familia entera; es una especie de educación ambiental desde lo cotidiano, es revalorizar nuestra naturaleza”.
El tema de cuidado ambiental “cotidiano” está muy presente en la zona. Un ejemplo de esto es que Planeta Verde está trabajando junto con la Municipalidad de Villarino, la cooperativa eléctrica local y la CORFO (Corporación de Fomento del río Colorado, que administra el agua de riego) en la forestación de la margen del canal que atraviesa el pueblo, con la idea de transformarlo en un espacio más amigable con el ciudadano: hoy se ha convertido en un paseo con sombra que los vecinos usan para realizar actividades sociales y deportivas y la idea es seguir forestando.
“Está iniciativa comenzó hace 10 años con el ingeniero Hugo Rojas y seguimos trabajando con él, en equipo, ahora sumando árboles nativos”, describe César. “Este tema despierta mucho interés en la población y hasta se creado el Concejo de Arbolado de Villarino, donde participan distintos pueblos del partido y hay mucha actividad”.
Planeta Verde también pertenece a REVINA, la Red de Viveros de Plantas Nativas de Argentina, que tiene un nodo en la ciudad de Bahía Blanca, ubicada a 120 kilómetros de Pedro Luro. “Es fundamental el intercambio de experiencias, sobre todo porque hay semillas a las que cuestan mucho germinar y viene bien los consejos de otros; realmente hay mucho para aprender”, expresa,
Dentro del grupo de turismo rural Aguas Turísticas de Villarino, la propuesta de César consiste en que el visitante pueda recorrer el vivero en detalle, conocer sobre las plantas nativas del lugar y aprender sobre lombricultura.
“La idea es dar talleres cortos de siembra y preparación de sustrato, producción de humus y cuidado de plantas”, resume. “También vincularlo a la observación de aves y comprender cómo todo el ecosistema necesita estar en equilibrio para funcionar correctamente; creo que cada uno desde su lugar puede hacer algo para contribuir al cuidado del ambiente y a mí me interesa entusiasmar a las personas con estos temas”.