El mercado ganadero no encuentra piso. Los precios de la hacienda siguen cayendo jornada tras jornada en el Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG), profundizando las pérdidas en los feedlots y afectando el ingreso de los criadores.
Hoy la oferta de hacienda en el MAG fue acotada: se operó con una oferta de 6.751 animales pero aun así la demanda no presionó. Por el contrario, operó con tranquilidad lo que significó nuevas bajas de los valores, que fueron inferiores a los de la semana pasada.
El valor promedio del novillo fue de 270 pesos, cuando en abril promedió 283 pesos. En esa categoría se registra una caída nominal del 5%. Pero si la cotización de abril se hubiese actualizado por inflación debería ser de 420 pesos. Los valores actuales del novillo están 36% abajo del precio que debería tener si se contemplara la inflación.
En el caso de novillos y novillitos la caída nominal es de 10% respecto de abril y de 40% en términos reales. Esto explica las fuertes pérdidas que tiene el engorde a corral.
Las caídas de las cotizaciones también llegaron a las categorías de vacas. La pérdida nominal respecto de abril es de 10% y real de 40%. En este caso influye le menor demanda de China. Argentina le está vendiendo menos, pero influye más la caída en los valores de los que paga ese mercado.
La caída en los precios del ganado para faena, las pérdidas en los feedlots y el incremento en los ofrecimientos de la invernada también impactan en estas categorías, cuyos valores cayeron en pocas semanas de 450 pesos por kilo vivo a los actuales 380 a 390 pesos.
Según el consultor Andrés Halle, los terneros de cría están 26% abajo del valor que tenían a igual mes del año pasado y 14% por debajo del valor de septiembre.
Toda la cadena ganadera se ve afectada por la crisis interna e internacional. Los frigoríficos exportadores dicen que están perdiendo entre 20 y 30 pesos por kilo producido a pesar de la caída de los valores de vacas y novillos.
La baja debería cortarse cuando la oferta deje de ser tan importante, pero nadie puede asegurarlo porque la crisis del consumo interno es muy profunda. En otras épocas la demanda de carne vacuna se mostró inelástica a la reducción de la oferta, pero el castigo de la inflación sobre el salario es tan alto que muchos dudan de que eso se pueda dar esta vez.
Avisen a las carnicerías que bajo el precio sigue por las nubes