Casi dos meses atrás anticipamos en Bichos de Campo que venía en camino una “pulseada” histórica entre productores y exportadores de trigo 2022/23. Y la noticia es que ya comenzó el primer “round”.
Todo se inició cuando el gobierno comenzó a adelantar la registración de embarques de trigo 2022/23 con el propósito de acelerar el cobro de las retenciones anticipadas.
Los últimos datos oficiales, correspondientes al pasado 28 de septiembre, indican que los exportadores tenían entonces compradas 5,29 millones de toneladas de trigo 2022/23 con 2,19 millones que están con “precio abierto” y pendientes de fijación.
El dato es que los embarques ya registrados suman nada menos que 8,84 millones. Es decir: los exportadores aún deben comprar más de 3,55 millones de toneladas para poder cumplir con los compromisos comerciales asumidos.
Ese escenario de “pulseada” comercial entre productores y exportadores de trigo es el que explica la fortaleza que vienen experimentando los valores del trigo 2022/23
Con una producción de trigo estimada –por ahora–entre 16,5 y 17,5 millones de toneladas, la posibilidad de que el gobierno incremente el cupo de exportación vigente de 10,0 millones de toneladas es muy limitada.
La normativa vigente determina que cuando el cupo autorizado de exportación de cereales alcanza el 90%, la única manera de seguir registrando embarques es por medio del DJVE-30, lo que significa que las empresas tienen apenas 30 días entre el registro de la operación y la efectivización del embarque, cuando lo usual es que empleen el DJVE-360 para gestionar la logística de la operación con hasta un año de plazo.
Eso implica que, con el cupo de libre disponibilidad (9,0 millones de toneladas) ya prácticamente cubierto, la última “chance” de los exportadores de completar la cuota total se registrará poco antes de la cosecha de trigo, es decir, en estos días.
El precio del contrato Trigo Rosario 2022 del Matba Rofex ayer martes cerró en un promedio de 340,0 u$s/tonelada para alcanzar la paridad teórica (calculada con un FOB oficial de 406 u$s/tonelada). Es muy probable que, una vez alcanzada esa instancia, comience a registrarse en las próximas semanas una competencia feroz entre exportadores para poder completar el cupo de un millón de toneladas del margen de seguridad.
Las tensiones se reflejarán mayormente en las cotizaciones del trigo Rosario, dado que el cultivo experimenta, por restricciones hídricas, serios problemas en buena parte del norte de la zona pampeana.
En tanto, el sur de la región pampeana, donde el cultivo se desarrolla en mejores condiciones, está resultando beneficiario, por efecto “arrastre”, de las tensiones experimentadas en las zonas afectadas por la sequía. Esta semana, según datos de la plataforma Sio Granos, se negociaron contratos de trigo 2022/23 con entrega en Bahía Blanca en valores de 315 a 330 u$s/tonelada.
El dato es que, una vez cubierto el cupo de 10 millones de toneladas, los exportadores deberán permanecer retirados del mercado interno de trigo durante la mayor parte del año que viene. Los únicos compradores “habilitados” serán las industrias molineras.
En ese marco, los molinos harineros localizados en el NOA, Córdoba y Santa Fe podrían experimentar una situación compleja en 2023 para abastecerse de mercadería, mientras que los bonaerenses la tendrían bastante más fácil, aunque, claro, todo dependerá de las necesidades financieras y la voluntad de venta de los productores de trigo de la principal provincia productora del país.
En cualquier caso, en la presente campaña de trigo 2022/23 las distorsiones promovidas por el gobierno nacional alcanzaron niveles insólitos a partir de medidas desesperadas motivadas por cuestiones fiscales.