Luego del “festival” de ventas masivas de soja impulsadas por el régimen especial conocido como “dólar soja”, llega el momento de hacer la cuentas para avizorar cómo podría seguir de aquí en más la campaña comercial del poroto.
El último dato oficial, correspondiente al pasado 28 de septiembre, muestra que para esa fecha se habían vendido 30,36 millones de toneladas de soja 2021/22, de las cuales 4,09 millones estaban con “precio abierto” y, por lo tanto, pendientes de fijación.
La estimación oficial de cosecha argentina de soja 2021/22 realizada por la Secretaría de Agricultura es de 44,0 millones de toneladas, lo que implica que, considerando el volumen ya comprometido, aún quedarían 13,6 millones en manos de los productores.
Sin embargo, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires considera que la cosecha de soja fue en realidad de 43,3 millones de toneladas, mientras que la Bolsa de Comercio de Rosario estima un número de 42,2 millones. En tales casos, la oferta remanente disponible sería de 12,9 o bien de 11,8 millones de toneladas respectivamente.
Si el tipo de cambio oficial evoluciona en línea con las cotizaciones presentes en el mercado de futuros de dólar del Matba Rofex, entonces –con los valores actuales de la oleaginosa– recién en el mes de diciembre los precios de la soja Rosario en el disponible podrían volver a superar los 70.000 $/logrados en septiembre pasado gracias al régimen especial del “dólar soja”.
Por supuesto, si valores de la soja –afectados por liquidaciones masivas de grandes capitales globales en futuros de commodities– ajustan a la baja, la mejora por aumento del tipo de cambio no podrá instrumentarse en el mercado argentino.
La cuestión es que, con una fase “Niña” de por medio, si la siembra de soja de primera se retrasa y finalmente fracasa debido a restricciones hídricas en vastas regiones productivas, el atesoramiento del poroto por parte de los productores podría tornarse atractivo en función, claro, de que el resultado de la cosecha fina sea lo suficientemente satisfactorio como para generar una liquidez adecuada.
Vale recordar que recién está comenzando el mes de octubre y la soja de primera empieza a recolectarse en la segunda quincena de marzo. Es decir: faltan más de cinco meses para el “empalme” con la nueva campaña.
En cualquier caso, más allá del éxito del “dólar soja”, que logró, en función de la meta del gobierno nacional, recomponer las reservas internacionales del Banco Central (BCRA), aún queda entre un 28% y un 31% de la cosecha de soja 2021/22 por comercializar. Y un largo camino por recorrer.