Los productores de porcinos tienen motivos para festejar, pero también para preocuparse. Es que la rentabilidad del sector medida hasta antes de que el gobierno instrumentara el dólar soja era muy buena.
Según la medición hecha por el consultor Juan Uccelli, el margen bruto fue del 15% en agosto. Luego vino el dólar a 200 pesos para la soja, que generó una nueva distorsión y un aumento en el valor del pellet de soja que encareció el costo de producción por kilo en 9%. Eso a pesar de que se supone que las ventas al mercado doméstico de la harina de soja deberíans eguir haciéndose al dólar oficial de 140 pesos.
La situación en este sector es buena y no se parece en nada a la del engorde a corral, donde se pierde dinero en cada animal que se termina, porque no reaccionan los precios que tienen un atraso del 30%.
En el caso de la producción porcina se está dando lo contrario. Los valores de los capones siguen subiendo y eso aunque parezca paradójico, genera incertidumbre y preocupación.
Sobre esta cuestión, Ucelli afirma: “Comparamos las diferencias de los precios del cerdo en pie y del novillo (en el Mercado de Cañuelas) en las 35 semanas que van del año, habiendo llegado en la semana del 17 de agosto a la menor diferencia, tan solo del 13.6% a favor del cerdo en pie”.
Esta semana el precio ronda los 270 pesos por kilo vivo. Respecto de enero, la suba es notable. Ese mes se lo comercializaba a 180 pesos, cuando el incremento en estos 9 meses fue de 50%. Claramente la tendencia es la inversa que en el sector vacuno.
En lo que va de septiembre, en el Mercado Agroganadero de Cañuelas el novillo promedia los 290 pesos, apenas 7,5% por ciento por encima del precio del cerdo, cuando se estima que la diferencia ideal es de 15%.
“Estamos en una zona de riesgo, a medida que el capón se acerca al novillo la demanda inmediatamente tiende a volverse por la carne de vaca, que sigue siendo la más preferida”, analiza el consultor.
Lo mismo sucede con la demanda de carne de pollo, que de todos modos tiene un nicho en los sectores más castigados de la población. En ambas cadenas de valor se espera que el ganado vacuno reaccione para no perder el espacio ganado en el mercado interno, pero eso recién sucedería a partir de noviembre, cuando se haga evidente el vaciamiento de los engordes a corral y se comience a corregir el atraso inflacionario de novillos, novillitos y vaquillonas.