Los integrantes de la industria frigorífica exportadora se encuentran en alerta ante la interrupción de pedidos de embarque por parte de importadores chinos.
Si bien existe un “cerco” informativo en China que impide tener datos certeros sobre la verdadera situación presente en la nación asiática, todo indica que se trata de una nueva acción promovida por el gobierno central para “planchar” los valores de importación de la carne bovina.
La primera “movida”, como es usual en estos casos, fue anunciar la venta a precios subsidiados de grandes volúmenes de carne porcina disponible en las reservas estatales del gobierno central chino.
También procedieron a devaluar el yuan con el propósito de encarecer las importaciones, además de restringir facilidades bancarias y financieras a empresas dedicadas a ingresar proteínas cárnicas al país.
La última intervención de mercado impulsada por el gobierno chino se había producido en mayo pasado, la cual, como se inició en una fase de precios máximos históricos, fue asumida sin mayores quejas por los proveedores de carne vacuna.
En el mes de julio se inició una ola frenética de compras, que hizo que los frigoríficos exportadores trabajasen a “toda máquina” para poder abastecer el aluvión de pedidos. Pero ahora eso se cortó de manera abrupta y en el sector se extiende el temor de un nuevo “tobogán” de precios para buscar nuevos mínimos.
Por otra parte, las pocas noticias que logran saltar el “cerco” informativo del gobierno totalitario liderado por Xi Jinping muestran un panorama por demás enrarecido.
Con la excusa de contener supuestos brotes de Covid-19, el gobierno central procedió a encerrar a los 21 millones de habitantes de la ciudad de Chengdu, donde se registraron escenas propias de una película sobre el apocalipsis de la civilización.
BREAKING: Chengdu, China a city of 16+ million people are being locked down, & they're frantically fighting for food as if they are surviving the apocalypse 🚨 pic.twitter.com/fnTbALupQR
— Gaurav kochar (@gaurav_kochar) September 2, 2022
La situación del sector bancario e inmobiliario en diferentes regiones de China no parece ser la más sólida y no son pocos los que advierten que podríamos estar en presencia de la versión china de la crisis hipotecaria “subprime” estadounidense registrada en 2008.
El avance militar de las fuerzas armadas de China sobre el espacio marítimo y aéreo de Taiwán, junto con las amenazas directas realizadas a EE.UU. y países aliados que apoyan al gobierno democrático de la isla, introducen más interrogantes sobre el futuro de los embarques destinados a la nación asiática.
Si bien el problema afecta a los sectores exportadores de Brasil, Uruguay y Argentina –entre los tres son los mayores proveedores, por lejos, de carne vacuna a China–, los principales perjudicados son los frigoríficos argentinos porque una caída de los valores de venta FOB complica la capacidad de los mismos para hacer frente a los problemas de competitividad generados por una elevada inflación de costos, derechos de exportación y “retenciones cambiarias”, entre otros.
Y bueno se terminó lo dulce para unos pocos y llegó la alegría para millones de argentino que pagan sobreprecios por el año nuevo chino y los viajes paradisíaco de algunos intermediarios del rulo de la carne.
No sé cuál será la alegría de muchos, cuando la pérdida o disminución de un mercado externo solo traerá pérdida de divisas para un país al que hace rato el peronismo lo saco del mundo.