Los precios mundiales de las materias primas de alimentos registraron una fuerte disminución durante julio, la cuarta consecutiva y la mayor -en términos mensuales- desde el 2008, según consignó el indicador de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Allí se atribuye esta situación a la liberación del bloqueo ruso a los puertos ucranianos que liberó el paso de buques de granos por el Mar Negro.
El índice, que registra los cambios mensuales en las commodities de alimentos más intercambiadas en el mundo, promedió 140,9 puntos en julio, la menor cifra desde enero y 8,6% menos que en junio. De todos modos, en la comparación interanual los precios se siguen ubicando con un incremento de 13,1%.
Aunque la noticia no es buena para la Argentina, que es uno de los pocos países del mundo que tienen excedentes y no necesita importar este tipo de commodities, para la FAO es una buena noticia. La Argentina obtuvo divisas récord por sus exportaciones del agro, que representan casi 70% de sus ingresos totales de dólares. Pero lo que el país vendió más caro, otros países debieron pagarlo más.
“Se acoge con satisfacción el descenso de los precios de productos alimenticios, que se encontraban en niveles muy elevados, especialmente cuando se lo considera desde el punto de vista de su acceso”, señaló Máximo Torero, economista jefe del organismo.
Sin embargo, advirtió que todavía “persisten muchas incertidumbres” que “plantean serias tensiones para la seguridad alimentaria mundial”, incluyendo “los elevados precios de los fertilizantes, unas perspectivas económicas sombrías a nivel mundial, y las fluctuaciones de los tipos de cambios”.
La caída de julio se vio motivada especialmente por el descenso de los precios internacionales de los aceites vegetales y de los cereales. En el caso de los aceites, descendieron en un 19,2% en junio, marcando el nivel más bajo en 10 meses.
Todas las cotizaciones internacionales cayeron por diversos motivos aunque con el descenso de los precios del petróleo que presionó a la baja sus valores como común denominador.
En cuanto a los cereales, sus precios cayeron 11,5% mensual (tras un descenso de 4,1% en junio), arrastrados por un descenso de 14,5% en el precio internacional del trigo, aunque, en ambos casos, las cifras continúan 16,6% y 24,8% por encima de julio de 2021, respectivamente.
El acuerdo alcanzado el 22 de junio entre Ucrania y Rusia para desbloquear las exportaciones desde los puertos ucranianos sobre el Mar Negro impulsó la caída del trigo, además de la “disponibilidad estacional” por las cosechas en el Hemisferio Norte.
Con la mediación de Turquía y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el convenio contempla que los barcos que salen de tres puertos ucranianos del mar Negro naveguen por corredores seguros hacia el mar Mediterráneo a través del estrecho del Bósforo, que divide ambos mares, previa inspección de la carga de los buques.
Ucrania y Rusia representan casi un tercio de la producción mundial de cereales, y el conflicto bélico derivó en marzo en el gran incremento en el valor de los mismos. Además del trigo, cayeron 11,2% los precios de los cereales secundarios y 10,7% los del maíz.
En el caso de este último, la baja obedece “en parte al acuerdo sobre el Mar Negro” pero también “al aumento de las disponibilidades estacionales en Argentina y Brasil”, donde las cosechas “avanzaron a un ritmo superior al del año pasado”, indicó el informe.
Por otra parte, el arroz cayó por primera vez en lo que va del año mientras que el azúcar retrocedió al nivel más bajo en cinco meses (-3,8%). Los lácteos descendieron 2,5% -pese a mantenerse 25,4% por encima de los valores de julio de 2021- impulsados por la caída en el valor de la leche en polvo y la manteca, aunque contenidos por la escasez de la oferta mundial.
Por último, la carne tuvo un leve retroceso de 0,5% por el “debilitamiento” en la demanda de carne bovina –por las mayores disponibilidades de los países exportadores-, ovina y porcina. Sin embargo, los precios internacionales de la carne de aves de corral alcanzaron un máximo histórico por la “firme demanda”, y la escasez de oferta por los brotes de gripe aviar en el Hemisferio Norte.