Este es un nuevo caso real de empresas agropecuarias que han acudido a los profesiones del Grupo Cencerro en busca de ayuda para sus empresas. Los compartimos con nuestros lectores porque creemos que pueden ser útiles como ejemplo a seguir en otros casos, ya que los problemas muchas veces son semejantes, aunque no siempre las soluciones sean las mismas. Se preserva la identidad de los productores involucrados.
Hablar de lo que sucede con cada productor es algo que nos gusta y mucho. Toda empresa agropecuaria es un mundo y, a su vez, cada una de ellas engloba distintos desafíos a la hora de hablar sobre gestión.
José María es un productor de Villa María, Córdoba. Hace algunos años, tomó las riendas del negocio familiar ya que su padre comenzó a darle espacio en la toma de decisiones.
Sin tanta claridad en los números de la empresa, José María buscó a alguien que le allanara el camino para conocer la rentabilidad de cada unidad de negocio y así fue como llegó a Grupo Cencerro en 2021.
De entrada indicó que lo primordial para él era tener los números bien claros para poder tomar las decisiones correctas mes a mes. Además, nos transmitió que la gran dificultad de lograrlo radica en la cantidad de unidades de negocio que conviven dentro del grupo empresario.
La empresa cuenta con la base en Villa María. Allí se encuentran establecidos un tambo que ordeña 550 vacas y una fábrica de quesos. El negocio se extiende en Santiago del Estero, donde otra empresa del grupo explota 2000 hectáreas propias que se destinan a la producción mixta y adicionalmente, está desarrollando un proyecto de sistematización para sumar hectáreas con aptitud agrícola. El planteo productivo se completa con el traslado de la hacienda de cría allí producida a un feedlot ubicado en los establecimientos de la ciudad de Villa María.
Como en muchos otros casos la empresa se acercó buscando llevar a cabo una implementación de software desde cero. Para ello se inició un minucioso proceso de selección, analizando las Demos de cada sistema que el mercado ofrece y a partir de allí se definió cuál era el más apto según la las características de la empresa.
Otro punto importante en la relación de Grupo Cencerro con esta empresa fue la colaboración con su equipo de trabajo en tareas de “data entry”. Nuestro equipo se encargó en un principio de subir al sistema todos los despachos y partes de leche hasta estandarizar el proceso dentro de la empresa. Actualmente a esta tarea la realiza la parte del equipo que dedica su tiempo a la producción. Hemos constituido una capacidad instalada en el equipo de Jose María que les permite trabajar de forma orgánica y profesional la administración de sus datos.
Lo fundamental en todo esto fue el trabajo en capacitar al personal de la administración en lo que al sistema respecta para obtener un funcionamiento eficaz del mismo. A cada integrante del equipo, Grupo Cencerro, le brindó un manual de procesos que le permitiese trabajar con mayor agilidad a la hora de utilizar las herramientas de gestión.
Cuando ya estábamos metidos de manera definitiva en el trabajo diario de esta empresa, empezamos a ver el funcionamiento de cada una de las unidades de negocio, lo que nos permitió conocer la rentabilidad de cada una de ellas.
A partir de la reportabilidad de gestión mensual por unidad de negocio, se clarificó la ventaja del Tambo por sobre la etapa industrial. A pesar de la coyuntura sectorial, la producción a campo era rentable diez de cada doce meses. No así la fábrica de quesos, cuya realidad era sistemáticamente contrapuesta y demandaba un subsidio al resto de los negocios.
Tras algunos meses de análisis de sensibilidad de la planta, evaluando mayor y menor cantidad de litros procesados, evaluación pormenorizada de costos fijos, y su alternativa de producción vía fasón en la zona, la dirección de la empresa consideró seriamente discontinuar la operación industrial y concentrar su inversión en los eslabones productivos.
Los proyectos alternativos estaban sobre el escritorio y se analizaron con la misma claridad que el margen bruto del litro producido cada mes en el tambo:
- Implantación de pasturas de Gatton Panic y sistematización del campo de Santiago del Estero para conformar un módulo de recría y terminación de los terneros propios.
- Delimitación de la actividad de la Cría a partir de la comparación de márgenes brutos entre actividades a partir del costo de oportunidad de la tierra.
- Sistematización de tierras con aptitud agrícola y el retorno de dicha inversión.
José María nos contactó allá por abril de 2021 y siempre nos transmitió que nunca tuvo un panorama claro de todo lo que sucede en la empresa y mucho menos la evaluación total de la misma. Por eso, luego de unos meses de trabajo, a fines de 2021 Grupo Cencerro tomó la posta en la realización de un análisis patrimonial de la empresa.
¿Qué es un análisis de variación patrimonial? Es un reporte que nos permite conocer la situación patrimonial de la empresa y entender dónde se encuentra concretamente el resultado económico generado en una campaña. En criollo: Dónde está la plata.
Como hecho importante con esta empresa es clave hablar sobre lo ocurrido recientemente. Hace unas semanas la empresa accedió a un crédito lanzado por el gobierno para incrementar, en principio, en 600 mil toneladas la producción ganadera a nivel nacional. A través del mismo se tomó un importante préstamo con el objetivo de utilizarlo para hacer una obra en el tambo. Se llevará a cabo la construcción de una pista de alimentación que permitirá generar ahorros en costo de suplementación (10-15% menos de desperdicio), costos de maquinaria y mejorar el confort animal.
Grupo Cencerro ayudó a José María haciendo un análisis del proyecto que refleja la viabilidad del tambo al momento de tomar el crédito. Es un hecho clave en nuestro trabajo ya que le demuestra al productor que sus números están en orden y que los proyectos que se planten son sin ninguna duda viables.
Esto último es fundamental si tenemos en cuenta el contexto de nuestro país, donde la realidad económica varía constantemente llevando a muchos productores a no asumir riesgos por temor a salir perdiendo. Por eso en Grupo Cencerro los invitamos a gestionar, a transformarse en gerentes, y así tener una visión más clara de sus números y el futuro de su empresa.
El tambo para nosotros, luego de trabajar con varios clientes dedicados a esta actividad, es una unidad productiva que puede ser sin lugar a dudas, rentable. Siempre está vigente la polémica sobre la presión fiscal que existe sobre los productores lecheros gracias al Estado. Pero para Grupo Cencerro esto no es tan así.
La crisis no es eterna. Entendemos que las políticas fiscales no benefician en nada a la producción lechera. Más allá de esto, vemos que el panorama no es tan oscuro. Ninguno de los clientes lecheros que trabajó junto a nosotros es un “productor de punta”. Siendo todos de distinta escala, en cada uno de los casos se lograron resultados muy buenos a base de un seguimiento claro de los números del negocio.
Por eso Grupo Cencerro sostiene que si se combina un trabajo eficiente en lo productivo con un seguimiento de gestión mensual haremos que la toma de decisiones sea mucho más fácil y rápida, permitiendo forjar un negocio rentable y sostenible en el tiempo.