Días atrás, cuando se hizo el tractorazo a Plaza de Mayo, los organizadores presentaron un anteproyecto de ley para el eliminación de los derechos de exportación, comúnmente llamados retenciones, argumentando que la medida no tendría ningún costo fiscal. Explican que el dinero se recuperaría de forma rápida y generando más actividad económica, empleo y exportaciones.
Esteban Hernández es productor en el centro norte de Santa Fe junto con sus hermanos y está agremiado en CRA y Sociedad Rural Argentina (SRA). Fue uno de los que trabajó en el diseño de esa iniciativa.
Hernández es contador con experiencia en gestión presupuestaria y forma parte de la Fundación Apertura, la que impulsa acciones para mejorar la calidad de la información pública y el derecho a su acceso sin restricciones. Desde esa entidad colaboró con el Grupo Independencia -los grupos de autoconvocados que convocaron al acto en el centro porteño.
Bichos de Campo lo entrevistó. Lo primero que quiso destacar es que del análisis comparado surge rápidamente como evidencia que los países vecinos en diferentes gestiones de gobierno mantuvieron la política de no aplicación de retenciones. “En Brasil con Lula, Bolivia con Evo Morales, Paraguay con Lugo y Uruguay con Tabaré y Mujica, no aplican retenciones y pagan precio sin diferencial de cambio a los productores”.
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Los datos disponibles, agregó Hernández, indican que en esos países se incrementaron la producción y las exportaciones, crecieron sus reservas de divisas y la economía, y que ese círculo virtuoso ayudó a reducir la pobreza y evitar crisis económicas. “En cambio, estos 20 años la Argentina no pudo salir de sus crisis recurrentes, se estancó el PBI y creció la pobreza y la indigencia”, comparó.
Para analizar la sustentabilidad de la propuesta de eliminar de cuajo las retenciones, se tomaron los datos oficiales del Presupuesto ejecutado 2021 (recursos y gastos efectivamente cobrados). Se quitaron los recursos generados por las retenciones de alrededor de un billón (1.000.000 de millones) de pesos y se buscó la forma de compensar el hueco fiscal que se generaría.
Primera: más recaudación del impuesto a las Ganancias. Al eliminar las retenciones se generarán más ganancias en las empresas agropecuarias y eso implicará más recaudación por ese impuesto, que a su vez en parte se coparticipa con las provincias, que de esta forma recibirían más fondos vía ley de coparticipación. Pero también el Estado Federal recupera 200 mil millones por el aumento en la recaudación de ganancias, explicó Hernández.
Segunda: Incremento de la recaudación por mayor actividad económica. La quita de las retenciones genera la recuperación de áreas agrícolas hoy desafectadas por acceso de costos de logística y por aumento del uso de tecnología, lo que producirá un aumento de la producción. Como toda la cadena agroindustrial tiene capacidad ociosa, se estimó un aumento de la producción que como tendría destino de exportación generaría 10.000 millones de dólares al año.
“Este salto de las exportaciones, estimamos, genera un incremento del PBI de 3%. Y un aumento de la recaudación del Estado Federal de un 1% PBI lo que equivale a casi 500.000 millones de pesos”, indicó el productor santafesino.
Tercera: Se incrementaría el empleo. Un salto en la producción del agro generaría 300 mil empleos en el primer año en toda la cadena agroindustrial. “Según el censo 2018 tenemos casi 251.000 productores y se puede estimar que cada productor podría generar un empleo más y eso llevaría a un aumento mayor de la recaudación previsional y bajaría el desempleo lo que generaría 80 mil millones de pesos más”, es el argumento de Hernández.
Cuarta: Suspensión de la promoción industrial en Tierra del Fuego. Como todavía falta juntar dinero para compensar la quita de las retenciones, la propuesta contiene un capítulo bastante audaz. “Faltan 200 mil millones de pesos y para eso proponemos suspender el régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego cuyo costo fiscal en 2021 fue de ese monto”. Hernández explicó que, en las empresas beneficiadas por ese régimen, que son sólo un puñado, hay 7 mil personas trabajando. “Lo que proponemos es que como esa provincia va a recibir más coparticipación por ganancias le podremos dar 150 mil pesos a cada trabajador en subsidio que equivale al 3% del costo fiscal del programa”.
El productor explicó que esas empresas gozan del beneficio de no pagar impuesto a las ganancias y se quedan con el IVA, “es un régimen anacrónico y regresivo y así ayudamos a todo Tierra del fuego, a recibir más plata por la mejora de la coparticipación por ganancias y a insertar a esa gente en el petróleo, gas, lana, turismo, pesca que son actividades que no necesitan subsidios”.
Hernández volvió a resaltar que el aumento de la actividad agropecuaria generaría además 10.000 millones de dólares en exportaciones en un país que cuenta con niveles de reserva bajísimo los que no sucede en los vecinos donde no hay desdoblamiento cambiario y a los productores se les paga desde hace años el precio lleno de los granos sin descuento por el impuesto a las exportaciones que se deberían fomentar.
“Hace 20 años que estamos estancados. Si el país quiere salir adelante, necesitamos un Acuerdo Político que de confianza y un Plan Macroeconómico que permita, entre otros casos, recuperar reservas. El único sector que puede generar divisas rápido es el campo y para eso el campo requiere estabilidad certidumbre y que se descomprima de impuestos la actividad”, finalizó.