En la región citrícola del noreste argentino las abundantes lluvias registradas recientemente, luego de meses de sequía, abrieron paso al desarrollo de ciertas afecciones en frutos y brotes como infecciones y el rajado de la fruta. Los especialistas del INTA Chajarí, en Entre Ríos, pusieron su atención en el avance de la alternaria o mancha marón de las mandarinas.
“El hongo Alternaria alternata pv citri es de difícil control. Demanda monitoreos intensivos y aplicaciones sucesivas de fungicidas como método preventivo-curativo ante la presencia de nuevos brotes”, explicó Juan Manuel Roncaglia, investigador del INTA Chajarí.
¿Qué condiciones favorecen la aparición de este hongo? Temperaturas medias diarias entre 20 y 28 grados, precipitaciones abundantes y frecuentes, y sucesivos días con rocío. Sus síntomas son similares a los de otras enfermedades como la mancha negra, cancrosis y sarna. Uno de los más característicos es una mancha marrón de forma redondeada sobre la corteza de los frutos, que con el tiempo se vuelve más clara y abre paso a una costra que puede caerse y dejar una cicatriz.
Las variedades de mandarina más afectadas por este hongo son Murcott y Nova. “Los lotes que tienen mayor presión de esta enfermedad son aquellos en los que hay plantas con copas más cerradas y poca aireación, donde hay mucho movimiento de bines, cosechadores, herramientas y quintas vecinas, que son las principales vías de diseminación”, indicó Roncaglia.
Las primeras etapas de la infección se dan en las hojas de la planta, provocando un quemado de los brotes más tiernos y su posterior caída –defoliación-, si la cantidad de toxina liberada es considerable. Las lesiones pueden tener entre 1 y 10 milímetros de diámetro.
En las hojas la alternaria produce puntos marrones que desarrollan halos amarillos. Las lesiones se expanden en formas circulares o irregulares que pueden cubrir gran parte de la lámina.
Por su parte en frutos los síntomas comienzan como pequeñas motas oscuras, y se desarrollan tanto en lesiones negras grandes o en erupciones corchosas. Si la fruta llega a verse muy afectada terminará por caer. Desde el INTA instaron a los productores a realizar monitoreos seguidos en esas variedades y a consultar con especialistas sobre formas de prevención y control.
Fotos: INTA