El diputado bonaerense por la UCR y especialista en desarrollo territorial, Fabio Quetglas, presentó un proyecto de ley que busca dar una respuesta a los problemas de déficit habitacional del país, a través de la creación de un fondo de urbanización social que asista a municipios y gobiernos locales en la generación y financiación de suelo urbano y obras de infraestructura. Eso supone operaciones territoriales descentralizadas, que eviten la concreción de un cuarto cordón en el conurbano que avance todavía más sobre las tierras rurales disponibles.
“Argentina tiene un problema severo de organización territorial como tantos otros países. Hay tensiones sociales cuya imagen visible es la lucha por el territorio, que en el fondo tienen que ver con cosas más profundas como los procesos migratorios o la calidad de los servicios públicos”, señaló Quetglas a Bichos de Campo.
“El Estado argentino tuvo distintas actitudes, la peor de todas fue la paternalista. El Estado no está en condiciones de resolver el tema de la vivienda haciendo casas. Fiscalmente no tiene ninguna posibilidad. Lo que sí puede hacer es ayudar a los gobiernos locales a que generen suelo urbano, que puedan venderle a los sectores populares con alguna intermediación pública”, agregó el legislador.
¿Pero a qué se refiere el proyecto con “suelo urbano”? A una porción de territorio con condiciones de accesibilidad, formalización, título que determine su extensión, que permita el desarrollo de obras de infraestructura y que tenga servicios elementales como agua, alcantarillado público, energía eléctrica, cloacas, entre otros.
“Argentina está llena de suelo pero no de suelo urbano, porque para transformar el primero en el segundo se necesita inversión. Las municipalidades deben generarlo. El modelo que yo planteo, de una ley federal que ayude a los municipios en esto, tiene costo. Es una operación descentralizada que la llevan adelante los municipios y respecto a la cual el Estado da asistencia técnica y palanca con el 5% de la inversión necesaria. En este modelo los beneficiarios tienen que pagar. No se le regala la tierra”, indicó Quetglas.
Mirá le proyecto completo acá:
FFUSO 2 (1)
-¿De dónde saldrían las tierras?- le preguntamos al diputado.
-Argentina tiene 2300 municipios. A excepción de las áreas metropolitanas que en total tendrán unos 150 municipios, los otros 2150 restantes tienen en su entorno periurbano tierras disponibles. Esas tierras tienen dueño o son del Estado. El que tiene la facultad de cambiar la calificación de ese suelo, para permitir que tenga características de accesibilidad, es el municipio. El municipio tiene que dictar una ordenanza, tiene que comprar el suelo.
-¿Por qué no apunta al uso de tierras ociosas como proponen otras iniciativas y en cambio fomenta la compra de tierras?
-Hay un mito en Argentina respecto a la disponibilidad y calidad de las tierras públicas, con la excepción del Ejercito que sí tiene tierras de muy buena calidad y bien emplazadas. En general las tierras que le quedan al Estado no son tan abundantes como pensamos, ni están tan bien emplazadas. En el caso de las tierras para generar suelo urbano, el criterio de selección tiene que ser en función de la dinámica urbana de cada ciudad. Eso no se puede determinar en la ley.
-¿Considera que una iniciativa como esta ayudaría al sector agropecuario que muchas veces plantea la cuestión de la usurpación?
-Por supuesto que consolidar la condición propietaria ayuda a la sociedad. Mejora la convivencia. En el área metropolitana de Buenos Aires hay todos los años entre 30 y 50 tomas, de las que nos enteramos solo cuando salen los diarios por motivos policiales. Habría que pensar si uno puede replicar un modelo alternativo de esta naturaleza, para el acceso al suelo rural de pequeños y medianos productores. Pero así como el acceso a suelo urbano tiene su complejidad por los servicios públicos, por la planificación urbana, entre otros puntos, seguramente el acceso al suelo rural debe tener su complejidad en términos de cuál es la escala adecuada, qué servicios en términos de accesibilidad son los adecuados, qué paquete tecnológico, etc. No es revolear a gente en la tierra. Es pensar un plan para unir tres conceptos: población, desarrollo y ocupación territorial.