Nos llega gacetilla: En la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA) comenzó la inscripción para una Especialización en Higiene y Seguridad en el Trabajo Agrario. Está destinada a graduados de carreras agronómicas o de otras disciplinas relacionadas con la ingeniería o la higiene y la seguridad.
Nos preguntamos.. ¿Desde cuándo la higiene y la seguridad en el agro son un tema de estudio? Hurgamos detrás de la gacetilla y se lo preguntamos directamente a Gabriela Bertazzoli, una licenciada en Seguridad e Higiene que es la coordinadora de esta especialización.
Gabriela nos sorprende con cifras de las que casi nadie habla en el sector: en 2017, última estadística disponible, hubo 50 trabajadores rurales que perdieron la vida en situaciones de trabajo. Sobre un total de 350.833 trabajadores registrados y bien cubiertos por las ART, además, hubo casi 25.000 que sufrieron accidentes de trabajo o enfermedades profesionales.
-¿Por qué los productores y las empresas agropecuarias tienen que empezar a pensar en seguridad e higiene?
-La prevención de riesgos laborales, o sea aquellos que pueden afectar la seguridad y salud de los trabajadores del campo, es una premisa indispensable. Permite producir con calidad, implementar buenas prácticas laborales, crear condiciones de trabajo adecuadas y evitar los costos que entrañan los accidentes.
-En el campo no vemos a mucha gente preocupada por estos temas. ¿Es algo novedoso? ¿Una imposición de los mercados?
-Nuestra Ley de Higiene y Seguridad en el Trabajo es del año 1972 y si bien se reglamentó en el año 1979 fue recién en 1997 que se reglamentó para la actividad agropecuaria (Decreto 617/97). Esto significó un gran avance para el agro, pues permite a quienes atienden las exigencias de ese Decreto, mejorar las tareas, capacitar a su personal en materia de los posibles riesgos en el uso de máquinas, agroquímicos, etcétera. Y eliminar desde la organización del trabajo y la tecnología que se adopte y emplee, los riesgos que pueda entrañar una actividad.
-¿Y qué grado de implementación tienen estas normativas?
-Las grandes empresas que certifican normas de calidad o de medio ambiente suelen tener integrados dichos sistemas de gestión con Salud y Seguridad. Sin embargo, la actividad agropecuaria es una actividad económica castigada por la falta de prevención de riesgos del trabajo y los altos índices de accidentabilidad dan cuenta de ello. Un gran impulso lo dan las normas de buenas prácticas agrícolas ganaderas, que exigen cumplimentar cada vez más puntos de control referidos a la salud y seguridad. Aquellas empresas que quieren colocar sus productos en el exterior deben procurar cumplir con todos esos ítems.
-¿O sea que el agro no tiene buenos niveles de cuidado de las condiciones de trabajo?
-Cada actividad agropecuaria tiene condiciones de trabajo muy diferentes y debemos destacar la variedad en las tecnologías utilizadas, la organización y formas de gestión de trabajo. Sin embargo, hay características comunes tanto de las condiciones de trabajo como el medio ambiente en que se desarrollan las labores que impactan en los trabajadores y sus familias: largas jornadas de labor, trabajo a la intemperie, en solitario, desarraigo por migraciones muchas veces lejos de los lugares de pertenencia, falta de capacitación, exposición a factores de riesgos como el ruido y las vibraciones de las máquinas agrícolas, contacto con sustancias químicas por el uso de agroquímicos o combustibles, la exposición a agentes de zoonosis o de otras enfermedades profesionales, riesgos mecánicos… Sin omitir aquellos relacionados por la falta de ergonomía y los factores relacionados a la organización del trabajo (contratos temporarios, inestabilidad en el empleo, cargas de trabajo, entre otros).
–¿Es cierto que el agro es el segundo sector con mayor cantidad de accidentes laborales?
-Históricamente las estadísticas demuestran que es una de las actividades de mayor índice de accidentes laborales junto con la construcción y la actividad metalúrgica. También hay que mencionar el transporte y los servicios sociales como actividades de alta accidentabilidad. Estos últimos incluyen la cobertura de policía de la provincia, por lo cual no sería comparativamente justo.
Hablamos de estadísticas de casos registrados en el sistema de Riesgos del Trabajo, es decir de trabajadores formales registrados. En el año 2017 (último Informe anual estadístico elaborado por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo) se registraron, en promedio un total de 350.833 trabajadores cubiertos para la actividad de agricultura, silvicultura, ganadería y pesca con un total de 24.799 casos notificados de accidentes y 309 casos de enfermedades profesionales. De ese total, 24.998 casos registraron días de baja y secuelas incapacitantes. De dichos casos, las bajas tuvieron una duración promedio de 40,9 días.
Cabe destacar que durante el año 2017 se registraron 50 fallecidos por enfermedades profesionales y accidentes por el hecho o en ocasión de trabajo, excluyendo los accidentes de trayecto y los reagravamientos. El índice de incidencia de la agricultura fue 69,2 por cada mil trabajadores, lo que supera al índice de incidencia del total de unidades productivas, que para el mismo periodo fue de 39,9 por cada mil trabajadores cubiertos.
-¿Y cuáles son los principales riesgos en materia de seguridad en los medios rurales? ¿la maquinaria? ¿El clima?
-Como principales riesgos podemos mencionar: la falta de seguridad en la maquinaria agrícola, especialmente en el uso de tractores; el trabajo con animales, el uso de agroquímicos, la actividad forestal, actividad en silos y el trabajo de a caballo. También lo son la exposición a las temperaturas extremas y las radiaciones solares.
-¿Y qué detalles deberían cuidar más los productores?
-Los detalles que hay que cuidar los simplificaría en una frase que sirve para cualquiera de las actividades y que consiste en ‘observar el trabajo en sus situaciones reales’ para poder elaborar y ejecutar medidas preventivas acordes a esa realidad y no generalizar. Es fundamental priorizar la eliminación del riesgo. Y si no es posible su eliminación, analizarlo para implementar controles de ingeniería y administrativos (rotaciones, pausas, horarios de trabajo) y por último pensar en la protección personal.
-En el agro se machaca bastante con los elementos de protección del personal…
-En nuestra sociedad está arraigado pensar que los elementos de protección personal (EPP) son la solución y si bien aquí hay que hacer una salvedad muy importante y es que en la actividad agropecuaria hay muchas situaciones en las que no hay formas de prevenir riesgos y sólo se puede recurrir a la protección, hay que erradicar el concepto que “el uso de elementos de protección personal” es la solución mágica para prevenir todos los accidentes y enfermedades laborales siendo necesario aclarar e insistir que los EPP, como su nombre lo dice “protegen” pero no evitan los riesgos y como protección son complementarios a las medidas preventivas.
Es fundamental realizar las investigaciones de accidentes buscando las reales causas, erradicando culpabilizar a las víctimas aludiendo al acto inseguro, el incumplimiento de las normas y la distracción, ya que acabadas muestras son las estadísticas, para demostrar que de nada sirven esos argumentos para hacer verdadera prevención.
-¿Y en materia de higiene? ¿Qué hay que revisar?
-En materia de higiene a nivel global lamentablemente hay un subregistro de enfermedades profesionales. Y la excepción no es la actividad agropecuaria. Así es que tenemos que poner foco en la prevención de enfermedades profesionales relacionados por el manejo de agroquímicos, las relacionadas por la falta de ergonomía, como también prevenir enfermedades de agentes relacionados con las zoonosis (enfermedades transmitidas por los animales al hombre). Por ejemplo, la brucelosis, tuberculosis, carbunclo, entre otras.
Después de la charla con Gabriela nos queda claro que en materia de Seguridad e Higiene, en el agro argentino hay más de un asunto pendiente. Por eso parece más que oportuna esta Especialización en Higiene y Seguridad en el Trabajo Agrario que se realiza en FAUBA. Quienes quieran obtener más información al respecto pueden ingresar al sitio web de la Escuela para Graduados Alberto Soriano: epg.agro.uba.ar/esp-higiene o enviar consultas vía correo electrónico a trabajarfauba@agro.uba.ar
La cursada comienza el 11 de abril.