Jorge Solmi llegó a ser vicepresidente de Federación Agraria, pero actualmente impulsa un movimiento opositor a la conducción de dicha entidad llamado Bases Federadas. El productor y abogado de Pergamino, de larga trayectoria gremial, tomó distancia de la dirigencia que sigue alineada detrás de la Mesa de Enlace. Cree que sus posturas, tan ligadas a la oposición política, afectan las chances de buscar respuestas concretas a los problemas de los productores.
“Hay muchos productores que piensan más como opositores que como productores. Esto lo veo en todo ámbito: hay productores chicos que están copiando más lo que tiene que ver con la política partidaria que con sus reales problemas”, dijo Solmi, que cree que tanto las entidades gremiales, sus dirigentes y los mismos productores, en lugar de defender sus intereses asumen posturas más alineadas con la política partidaria, y sobre todo con la oposición al actual gobierno.
Un ejemplo que puso el federado es el del financiamiento. Explicó que “hoy hay un acceso al crédito que el año pasado no había, y es un acceso importante que no lo aprovechan los productores chicos como sí los grandes productores”.
Mirá la entrevista completa a Jorge Solmi:
Solmi evaluó que los dirigentes agropecuarios que tienen más trascendencia mediática tienen la necesidad de expresar su disconformidad continuamente desde el lugar de opositores al gobierno, en lugar de generar situaciones de diálogo y negociación gremial desde las cuales se puedan ir encontrando respuestas a las demandas legítimas del sector.
En este sentido, puso en tela de juicio la capacidad de los actuales líderes de las entidades de productores: “La Mesa de Enlace sigue como en 2008 (año del conflicto por las retenciones móviles). No tiene otra función más que confrontar”.
“Desde 2008 no hubo una sola propuesta y ahora les aparecen los del CAA (Consejo Agroindustrial Agropecuario) con propuestas que podrían consolidarse en un proyecto de ley y que pueden incluirla o no”, detemrinó Solmi, quien dijo de los actuales referentes: “no sé si tienen posibilidades o capacidades de analizar esas propuestas”.
Desde esta mirada histórica, Solmi señaló que “la Mesa de Enlace tuvo un gran rol en conducir el conflicto y cuando dejó de cumplir ese rol gremial comenzó a perder identidad. Se metieron ahora en cuestiones que no tienen que ver con la política agropecuaria sino partidaria”.
El dirigente bonaerense cree que es necesario volver a escuchar a las bases, poner el eje nuevamente en las necesidades de los productores y construir puentes con las autoridades de turno más allá de su color político. Solmi está seguro que hay margen para eso con esta gestión de Alberto Fernández y con la del gobernador Axel Kicillof.
“Nosotros, como Bases Federadas, venimos negociando a nivel provincial créditos para la compra de maquinaria agrícola al 16% cuando la inflación es del 40 y pico. Eso se trató en las conversaciones con el ministerio de Desarrollo Agrario (por Javier Rodríguez) y el Banco Provincia. Se van logrando créditos a 2 años de gracia con 24% de interés. Pero están quienes no quieren verlos”, desarrolló Solmi.
Para el ex directivo de FAA, hay que dejar de lado las posiciones extremas, lo que en definitiva implicará achicar la grieta, porque “en el medio hay dirigentes de segunda tercera y cuarta línea, y también dirigentes políticos, tratando de acordar cosas que les sirvan tanto a los productores como a los gobiernos. No todo es confrontar. Hay ámbitos en los que se puede conversar, aunque hay gente que no quiere participar porque prefiere la confrontación”.
A pesar de esta actitud dialoguista, el dirigente de Pergamino sostuvo que el sector productivo tiene por delante “una agenda terrible”. Mencionó que se necesario modificar el esquema impositivo, la carga burocrática y también los problemas de inseguridad rural. Pero aclaró que esos debates no van a prosperar “criticando desde la tribuna todas las actividades de los gobiernos, cualquiera sea”.
Somi consideró que es necesario que los dirigentes modifiquen su actitud, para poder así obtener resultados para sus afiliados, los productores, y para generar la posibilidad de participar en la construcción de políticas de largo plazo.
“Hay que volver a hacer un gremio, que vaya sacando lo que necesitan sus afiliados. Esto no es política agropecuaria sino gremial. Hacer política agropecuaria significa proponer qué necesitamos y tratar de que eso se logre en un marco de estabilidad. Hay un proyecto de ley del CAA, que por lo menos prevé una visión de largo plazo”, celebró Solmi.
Según el ex vicepresidente de Federación Agraria, lo que piden los productores en primera instancia es que de defina un marco con reglas de largo plazo. Allí entonces se puede definir “qué sujetos querés dentro de ese marco, si te interesan los pools de siembra o los pequeños y medianos productores. Porque no todo el sector agropecuario es igual y nosotros queremos seguir laburando”.