Por Matías Longoni.-
Cristina Kirchner, ex presidenta “de todos los argentinos, y de todas”, quiere ahora ser senadora por la provincia de Buenos Aires. Su estratégia de márketing político está clara a esta altura: intenta dar visibilidad a todos los argentinos de carne y hueso que sufren problemas por el ajuste económico que lleva a delante el gobierno de Mauricio Macri y la lenta reactivación de la actividad productiva.
En la fajina de ponerle un nombre y un rostro a los caídos del mapa, hoy la líder del flamante espacio Unidad Ciudadana estuvo en el partido bonaerense de Lincoln y, entre otras actividades, visitó un tambo.
Ayer, 18 de julio, estuvimos en el tambo de Agustín en Lincoln, que hoy cumple 152 años. Un fuerte abrazo para todxs lxs linqueñxs… pic.twitter.com/xkBz1T7dUI
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) July 19, 2017
Es una buena noticia: por primera vez sabemos que Cristina considera a los tamberos como seres humanos también. Por eso, porque finalmente eran humanos, ella decidió mostrar los problemas del sector: humanizarlos.
¿Los políticos son seres humanos? Esto habría que chequearlo, porque de tanto manipular todas las cosas se parecen a otra cosa. Y es que Cristina no pudo ir a cualquier tambo y eligió uno muy especial donde no le rajaran una puteada: fue al tambo perteneciente al hermano del ex intendente de Lincoln, Jorge Fernández, obviamente alineado con el kirchnerismo. El establecimiento lechero queda en el cuartel 5° de Lincoln, confirmaron fuentes de esa zona.
“Cristina visitó un tambo en Lincoln. Al productor le aumentaron 300% los costos”, decía el tuiter de Unidad Ciudadana, el nuevo espacio político de la ex presidenta, al dar cuenta de la nueva preocupación de Cristina Kirchner. La gacetilla no decía mucho más: expresaba la preocupación de la ex presidenta porque la devaluación alteró los precios de los alimentos balanceados y el tarifazo impactó de lleno en el costo de la energía para los tambos. Nada es mentira, al menos ese consuelo nos queda.
No es la primera vez que Cristina se ocupa, ya desde la oposición, de la crisis lechera. Hace unos días, la política sorprendió con una cadena de diez tuits basados en una nota crítica de Página/12. “Vamos camino a importar leche”, advertía la candidata a senadora.
Lo cierto es que la visita de Cristina a un establecimiento lechero molestó a muchos productores, que recuerdan bien que a lo largo de los años la política ignoró casi por completo la problemática lechera e influyó decididamente a agravar la crisis del sector, que se hizo patente en la desaparición de más de 4.900 tambos a lo largo de la década kirchnerista.
Unidad Ciudadana informó también que, luego de visitar el tambo, Cristina se reunió con el titular de la Sociedad Rural de Lincoln y otros productores. Parece mentira y un chiste de mal gusto, pues el ruralista en cuestión se llama Aníbal Fernández, como el ex jefe de Gabinete y ministro de la propia Kirchner. No tiene nada que ver con el ex intendente K ni es su pariente, e incluso se dice que hizo campaña por Cambiemos.
Pero con la política y en tiempos de campaña ya nada es seguro, y todo resulta engañoso.
Por años puso tope a la tonelada de leche en polvo exportada en unos USD 2900. Como valía USD 5.000, su gobierno se quedaba con el resto, por ser ” ganancias extraordinarias”. En realidad, son ciclos recurrentes: sin los picos de ganancias, no se pueden bancar los valles de pérdidas.
Es increíble la caradurez de esta vieja loca. Ya se olvidó lala cantidad de tambos que se cerraron durante su olvidabke gobierno. Atacó al campo como nadie. Desde llamarle yuyiio a la soja a darnos centavos por el litro de leche. La hemos sufrido muchos años. Ahora es el lobo con piel de cordero
Es una caradura. Y precisamente, que hace ese bicho en el campo, si nunca le importó!!
Impresentable totalmente.. señora Cristina usted se olvida de los litros de leche que se tiraron durante su gobierno. Y la cantidad de tambos que cerraron??? Deje de hacerse la buena y devuelva lo que se robo