“Gane quien gane va a tener que hacer una política muy promercado porque el dinero lo tiene el sector privado. Cuando estudian los planes económicos de los candidatos que pueden ganar, van a ver que son similares, aunque digan lo mismo con palabras diferentes”.
Así lo indicó Claudio Zuchovicki, gerente de Desarrollo de Mercado de Capitales de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, en referencia a la situación económica del país luego de las elecciones presidenciales de octubre próximo.
“¿Quién tiene el dinero hoy? ¿El Estado o los privados? Gane quién gane, va a tener que pedirle permiso a los privados porque sin privados no hay contribuyentes”, apuntó el economista durante una charla ofrecida en este jueves en el evento Auravant Day realizado en la ciudad de Buenos Aires.
Zuchovicki dijo que, en la actual coyuntura inmediata, lo más sensato es aguantar hasta el ingreso del próximo gobierno dado que, en el mejor de los casos, en lo que queda el presente año puede esperarse una devaluación, inflación y aumento de tasas de interés del 7% mensual.
A nivel internacional, señaló que, al menos en lo que respecta a EE.UU., hay buenas noticias porque la Reserva Federal (Fed) logró controlar a la expansión inflacionaria y, por lo tanto, la economía de esa nación comenzó a normalizarse en un marco en el cual no se evidencia una propagación del riesgo sistémico en el sector financiero.
En el ámbito local, anticipó que “la Argentina el año que viene va a tener 40.000 millones de dólares que este año no tuvo” por una recuperación del sector agrícola y por el ahorro de divisas generado por la posibilidad de emplear gas propio en lugar de importado gracias a la terminación del gasoducto Néstor Kirchner.
Zuchovicki dejó entrever que una devaluación será inevitable para licuar el gasto público –tal como ocurrió en otras oportunidades de la historia argentina–, algo que, si bien será complejo en términos sociales, sentaría las bases para implementar políticas de mercado orientadas a crear nuevas oportunidades.
“Estamos mal y son meses complicados; lo sabemos todos. Pero no se desalienten porque el mundo comenzó a jugar a favor y lo que viene en la Argentina es diferente porque la sociedad cambió”, resumió.